Hay gente que, ante el proverbio chino "Afortunado es el que vive tiempos interesantes", mira a su alrededor y, tras ver lo rutinario y demoledoramente monótono de su existencia, decide inventarse una nueva, con una montaña rusa de sobresaltos, conspiraciones y fines del mundo apocalípticos que nunca llegan. Todo eso es mejor que seguir siendo testigo de la subida del precio de los productos básicos, el "choricismo" profesional de nuestros políticos o el ir y venir de los parados en las oficinas de empleo.
Parafraseando a Ketama diría:
"No estamos locos,
que sabemos lo que queremos
vive la vida
igual que si fuera un sueñooooo"
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