Ya me he animado. Estaba de bajón...aunque bueno nose si os lo he dicho. Aparte de la fobia social tengo otra que también destaca, y es la fobia hacia los insectos voladores. Estaba aquí en el ordena y por la ventana me ha entrado algo y he podido escuchar un zumbido fuerte. Me he levantado y he salido corriendo, me he fijado y parecía un abejón o una avispa muy grande. He cerrado la puerta corriendo y me he ido a relajarme xk me ha entrado pánico. Después de relajarme he ido al patio y me subido a la valla. De lejos pude ver a una chica con un tipito estupendo enseñando las piernas, aunque sin gafas no veía muy bien. Me ha entrado risa, no sabía si decir algún comentario tipo "akiii enseñando patorrasss" jaja porque es verdad era exagerado. Se ha ido acercando y he reconocido su cara. Era Jessy, una chica que vive en los chalets de mi barrio. La tengo en el msn y hace poco la estuve rayando que me dijo que la dejara que tal que cual, me dejó algo mal. Pero nose hoy no estaba tan cortado y me la he quedado mirando un rato mientras se acercaba. Ella ni siquiera me ha mirado y he dicho con voz de chica : hola. Ha seguido delante..me quedado...pero yo con mi humor he seguido y con voz de chica : "paso de ti". Entonces ha parado y me ha mirado extrañada. Yo : no me conoces??? jajaja. Buuff se ha puesto guapísima. Y nada, ha estado bien, no me he cortado. Yo creo que la he caido bien porque he sido simpático. Me he dado cuenta de que me conocen menos chicas de lo que pensaba. Creo que he sido simpático en ese minuto. La primera impresión ha sido buena. Es que me alegro cada vez que empiezo bien con cualquier persona jajaja xk no me suele ocurrir. Mi método después del primer paso es pasar. Es verdad, el truco está en pasar, olvidarse, no obsesionarse, a veces las cosas llegan solas. Defiendo esta postura. Defiendo el destino. Núnca hay que hacer las cosas forzadas. Ha resultado que ha entrado un insecto volador, y que justo en el momento en que he salido ella a cruzado por mi valla y me ha salido eso con naturalidad, sin pensarlo. Nos entra pánico cuándo nos obsesionamos con un tema y nos forzamos, como me ocurrió en los Alcázares. Claro, que hay momentos en los que uno se da cuenta de que tiene que forzarse, pero uno se da cuenta de ello cuando llega el momento y la situación y se siente más seguro de sí mismo.
