(Se supone que lo narra una adolescente).
A veces, mientras me duermo, veo un punto en la pared de la habitación que tiene un cierto brillo verdoso y apagado, atrae poderosamente mi atención y me impide conciliar el sueño.
Mi hermana dice que puede ser una mancha o algo brillante que hay pegado. Pero yo estoy segura de que no es eso, ya que solo se ve en determinados momentos. Mi padre cree que son fantasías, para él todo lo es. Nadie parece tener una explicación factible.
A veces tengo la sensación de que se va a expandir y empezar a hacerse más grande y cada vez más, hasta cubrir toda la pared de la habitación y tendré que gritar y asustarlos a todos. Pero nadie me entenderá y no lo creerán ni aun viéndolo con sus propios ojos. Otras pienso que puede ser el residuo de un ectoplasma, por el color. Y me viene a la mente los primeros días, hace tanto de eso, recuerdo que limpiaba a conciencia la pared con los productos más fuertes que habían en el trastero, hasta desconchar la pintura, y por las noches… el brillo seguía estando ahí, persistente.
Una noche, harta de no conciliar el sueño, decidí hacer algo. Me incorporé en la cama y seguí mirándolo unos segundos, quieta. Respiré profundamente, aparté las mantas y me coloqué justo delante de aquél brillo. Deseosa por saber su misterio, un calambre me recorrió el cuerpo… ¿qué podía ser?.
Tras examinarlo unos segundos, lo acaricié con los dedos y al sentir cierto relieve, arrimé el ojo hasta tocar la pared con la frente, y mis sospechas se confirmaron… la "manchita" brillante, expulsaba un minúsculo chorro de aire. Un agujero en la pared…
Eso era todo, el misterio se había resuelto.
O quizás no.
¿A dónde daba ese agujero, por qué siempre había luz al otro lado durante toda la noche?, ¿por qué tenía esa tonalidad tan inusual y extraña que le infundía un aspecto sobrenatural?.
