Aunque suene muy paradójico (e increíble para algunos compañeros de clase con los que nunca he cruzado palabra) a mí sí me gusta hablar; no obstante, muchas veces no lo hago porque no siento el deseo de gastar saliva en gente imbécil por la cual no profeso afinidad alguna y cuyas estultas conversaciones sobre fiestas, Facebook y vida social no me interesan en lo más mínimo. ¿De qué podría hablar yo con tamaña escoria de seres vivientes?
Como mi eventual silencio es por decisión propia, no me molesta en lo absoluto. El problema es que llevo tanto tiempo sin hablar con la gente, que me he dado cuenta que he perdido enormemente mi capacidad retórica. Ahora cuando hablo no lo hago tan bien como antes, siento que tartamudeo y no modulo bien la voz
, lo que me salva es que mi vocabulario es bastante aceptable.
Sobre lo que dicen de estar solo y enloquecer, pues les diré que yo he llegado a estar encerrado semanas: sin internet, sin televisor, sin radio, únicamente acompañado de mí mismo y mi grandiosa imaginación, y no por eso he enloqueci… bueno, vale, sí estoy un poco loco, pero ese no es el punto. El punto es que si quieres mandar a todos a tomar por culo me parece genial.