Con sinceridad me costo mucho encontrar una respuesta.
Cada vez que quise a alguien me saboteaba a mi misma. Era como un proceso en el que intentaba cambiarme para intentar gustarle a esa persona y si a pesar de mis esfuerzos él no hacía nada simplemente me desalentaba e intentaba olvidarlo llegando siempre a la misma conclusión.
Durante ese tiempo tenía en mi cabeza la idea de amar a alguien que me amase, por eso me rendí tan pronto. Ahora tengo otro pensamiento en mi mente, aunque aún no la he llevado totalmente a la práctica