Uno de mis mayores placeres -no se si grande o pequeño- es ir a la montaña, especialmente a los pirineos. Claro tambien sufro cuando los pies se me despellejan y las piernas y hombres me duelen la ostia, o estas a mitad de una caminata larga y no puedes pararte hay que llegar si o si, o te pegas 4 horas de subida para disfrutar una vista y luego hay que bajar por muy cansado que estes..
pero che que bonita es la montaña
me gusta estar alli. Te olvidas completamente de las ciudades su cemento y asfalto y sus masas de abejitas obreras y zanganos sociofelices.. el aire abierto y las montañas inmensas te cambian el espiritu