Hola Ade.
Curiosamente en mi caso, es un padrino en vez de madrina.
También, cuando se dió el caso, hasta le confesé lo que tenía, más por temor a él (ahora lo sé), por temor a lo que pensaría o diría de mi... Ya ves, muy buen estudiante, un tipo siempre más maduro que los de mi edad (pa valiente cosa me ha servido), etc., etc.
Ahora, me vale una verdadera madre lo que piense, aunque no dejo de sentirme mal cuando visita la casa que mantenemos los hermanos y donde vive mi madre y de repente mi padre... Antes me esforzaba por atenderlo, que si porque era grosería no hacerle la corte, que tenía que comer con ellos (a pesar de que sabía mi problema con las comidas), etc., pero ya dejé de hacerlo: si quiere visitarme a mi, que me avise, y ya le dire yo si quiero verlo o no: es amigo de mis padres, no mio.
Lo único que me encabrona es que me siga sintiendo mal con tan pendeja presencia. Bueno, el tipo no me cae mal, sino lo contrario, y me gustaría platicar con él de vez en cuando porque no es tan wey, pero la razón pendeja es que el recibimiento deba ser acartonado, reglamentado, y un supicio para mi... Coño, si quiero platicar con el. pues yo voy y lo busco, y no al revés, que me quieran tener a webo ahí!!!
Pero ya, basta!!! Como dice Ella (¡dichosos los ojos que te leen!), me estoy vaciando del puto ego, y eso aquí no se permite.
Hasta pronto.