Nosotros, que somos fóbicos sociales, que nos desgarramos de dolor ante nuestra condición, que nos parece repugnante la forma en que el mundo funciona, que decidimos callar porque nos asquea lo que escuchamos, nosotros que SOMOS DIFERENTES.
Nosotros que SOMOS MEJORES. Que somos testigos de que corazones más grandes existen en el mundo, de que existen corazones capces de sentir tanto dolor y tristeza como para derrocar la voluntad del hombre más valiente. Que somos almas que no se conforman con la vulgaridad de la vida cotidiana, deformada y adaptada por una sociedad repugnante ¿Qué son una enorme tristeza y una enorme ansiedad sino testigos de que en su lugar podrían existir una felicidad y una paz de magnitudes magníficas? ¿Qué somos sino refractarios enormes de vida y de sentimientos que han sido llenados con dolor y tristeza? Algo que no es triste, sino glorioso, porque profetiza la llegada de seres humanos más “completos”… Qué es la multitud sino refractarios pequeños que son llenados de tristezas pocas y felicidades pocas; refractarios que se satisfacen con pocas cantidades… algo lamentable. Y nos hemos visto forzados a vivir rodeados de ellos, que no hacen más que sembrar dudas y remordimiento en nuestras cabezas. Por muchos años gente como nosotros ha estado a merced de la muchedumbre… ¡Es hora de separarnos de ellos y de encontrarnos a nosotros!
Es hora de darnos cuenta de lo que somos, de dejar de ser un diagnóstico clínico y comenzar a darnos cuenta de que todo el dolor y las penas que sentimos no son nuestras… ¡¡que pertenecen a la muchedumbre!! Es hora de vaciar los dolores y las penas que nos llenan… y en su lugar llenarlas con vida, con felicidad… con voluntad.
Nosotros, los que más sufrimos somos también los que más capacidad de felicidad tienen… Levántate hermano, deja de lado penas que no son tuyas… que sólo interfieren con tu verdadero y magnífico ser. Juntos daremos paso a una nueva generación.
Para renacer primero hay que destruirse. Destrúyete hermano… y da paso a tu verdadera forma, porque es lo que eres y no serás feliz de otra manera. No seas duro contigo, no seas duro con nada. Simplemente fluye. Sé lo que eres… En este momento tu mente es un obstáculo, un enemigo. Cálmala, sosiégala… Supérala… la voluntad es el camino.
No tienes nada que perder… y TODO por ganar.