terapia racional emotiva conductual:
http://www.cat-barcelona.com/pdf/filosofia/aellis2.pdf
A continuación dejo algunos fragmentos:
Las evaluaciones serán denominadas por Ellis: "creencias" y calificadas de "irracionales" las demandantes y de "racionales" las preferenciales.
Las evaluaciones demandantes (llamadas por Ellis: creencias irracionales) se caracterizan por su rigidez y total intolerancia a la frustración. Estas demandas pueden estar dirigidas hacia uno mismo, hacia los otros o hacia el mundo en general. (Por ejemplo: "Yo debo ser exitoso", "tú debes amarme" o "la vida debe ser fácil").
Las actitudes demandantes representadas por las citadas expresiones conducen a las emociones (o conductas) disfuncionales o "auto-saboteadoras", que caracterizan a los trastornos que los pacientes intentan eliminar...
Con respecto a la autoestima, integrante del autoconcepto, Ellis considera que implica una autoevaluación o "puntuación" en una escala de valor que se origina a partir de: (1) nuestros éxitos o fracasos con relación a metas o ideales y (2) las opiniones (reales o supuestas) de otras personas (en especial las significativas) sobre nosotros.
Según Ellis esto puede ser una fuente de trastornos, ya que puede conducir tanto a una sobrevaloración insostenible como a una desvalorización peligrosa ante fracasos o rechazos, elemento central de las depresiones y factor integrante de la ansiedad.
Ellis, la considera irracional, por cuanto:
1°. Nadie tiene éxito en todo ni fracasa en todo y es imposible asignar un valor "general" a una persona como tal. ("Ni sobrehumanos ni subhumanos, simplemente: humanos").
2°. Lo apropiado es calificar a las acciones y no a las personas.
3°. La opinión de otros no puede modificar lo que realmente somos.
Como alternativa, Ellis propone el concepto de "autoaceptación" consistente en algo que podríamos llamar "el amor incondicional a nosotros mismos", querernos y valorarnos por el hecho de existir, sin calificarnos en ninguna escala de valores (podemos calificar las conductas, pero no a las personas). Esto mismo, también vale referido a los otros.
Esta filosofía es eminentemente humanista y Albert Ellis define su enfoque como "humanístico", "humanístico existencial" o "humanístico científico" en reiterados escritos.
Esta orientación es defendida por Ellis por muchas diversas razones, entre las cuales destaca:
El reconocimiento y aceptación de las personas como humanos falibles (ni "sobrehumanos" ni "subhumanos").
La ubicación del hombre en el centro de su universo, es decir como el principal responsable de alterarse o no (sin ignorar las limitaciones y condicionamientos biológicos, ambientales y circunstanciales).