Imaginad que estáis saliendo con vuestra primera novia. Supongamos que os gusta fortalecer la relación fomentando las salidas en grupo, dando a conocer las amistades de la infancia (de las cuales os sentís muy orgullosos) a la parte contraria y quedando de vez en cuando todos juntos para cenar, ir al cine o ir de viaje. Todos os lleváis muy bien y hay muy buen rollito. Además, estáis hartos de ver a vuestros amigos aburridos y queréis ponerlos en contacto con el mundo femenino, que falta les hace (virginidades y tal), ya que sus amigas también están solas.
Supongamos que un día os deja vuestra novia, y al mismo tiempo coincide que aprobáis unas oposiciones y os tenéis que ir lejos de vuestra tierra. Llamáis a diario a uno de vuestros amigos para contarle las penas de la ruptura sentimental y obtener apoyo moral (suponed que estáis bien jodidos). Imaginad que ese amigo deja de cogerte el teléfono con el paso de las semanas… y que vuestro hermano (que es amigo suyo también), afirma que lleva tiempo sin verle. Empezáis a subiros por las paredes por una especie de desasosiego que apartáis de la cabeza…
Suponed que meses después regresáis de veraneo a vuestra tierra y veis a vuestra ex y a vuestro a amigo de la infancia paseando cogidos de la mano… Y tiempo después os enteráis de que se han casado.
-¿Puñalada en estéreo? ¿A quién odiaríais más?
-¿Es lícito alegrarse por el amigo, ya que gracias a vosotros ha perdido la virginidad y se ha casado, aunque sea con vuestra ex?
-¿Es de recibo odiar a vuestra ex a pesar de que puede hacer lo que le salga del higo una vez rota la relación?
-¿Os tendría que haber informado de ello vuestro amigo, aunque sólo fuera por evitaros meses de sospechas y sufrimiento? La verdad duele, pero ahora tendríais más pelo y más hematocrito.
-¿Es bueno para una pareja hacer quedadas con los amigos? ¿Es algo de pardillos tener esa mentalidad? ¿Hay que apechugar con las consecuencias?
Pues bien, ese pardillo es éste que os escribe. De eso hace más de seis años, pero me apetecía contarlo. Gracias por leer este purgante.