Si fuera por mí solo estaría un día a la semana con gente, ya que disfruto más cuando estoy solo que cuando estoy rodeado de gente. Porque en esos momentos mi cerebro trabaja el triple: tener que escuchar e intentar seguir las conversaciones, a veces participar y decir algo, pensar en mis cosas y paranoias, e intentar disminuir la ansiedad.
El tener que estar pensando en todo eso a la vez hace que me agote en poco rato y que solo piense en volver a casa cuanto antes.
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