Esta es la prueba de que, muchas veces, en la última persona en la que piensa el psiquiatra/psicólogo es en el paciente.
De hecho, conozco
fármacos que supuestamente se han hecho para combatir los trastornos bipolares, cosa que yo no tengo, y que incluye, entre otras reacciones adversas, el suicidio. Vamos, que el médico muchas veces es un "promotor de medicamentos" y si luego el enfermo se suicida pues uno menos. Selección natural. No te adaptas, pues te jodes. Vaya plan.
Y cada vez peor, pues cuando la cuerda de la crisis económica se tensa sobre nuestros cuellos, los primeros en caer serán los más débiles. No quiero ser agorero pero nos esperan malos años.