Ridley Scott insiste en tratar de repetir el éxito que tuvo con
Gladiador.
Al no crear expectativas, esta enésima versión de la historia de
Moisés se me hizo más llevadera que sus anteriores epopeyas:
Robín Hood y
El reino de los cielos.
La que nos ocupa no tendrá la fastuosidad de
Los diez mandamientos del genial
DeMille, sin embargo como igual encuentro disfrute en la sobriedad, le doy un 3 de 5.