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09-ene-2013
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La relación existente entre literatura y metal, en cualquiera de los diversos géneros de este, desde el Heavy (que paradójicamente es uno de los más livianos) al Death Metal o al Grindcore (que están en el otro extremo de la crudeza) toman para sí a la literatura como parte influyente en la composición de los imaginarios y temáticas de las letras. Acá una serie de ejemplos para dar testimonio de esta relación.
Como primera cosa, aunque no esté en varios casos de forma explícita, las principales influencias del imaginario metalero son Howard Philips Lovecraft y Edgar Allan Poe (incluso este último con una banda italiana, de tipo progresivo que lleva su nombre). Escritores que dan para el mundo del metal, así para otros géneros del arte, como el cine de terror y los contenidos más lóbregos de la propia literatura, los primeros pasos en el época moderna dentro del sendero más oscuro del propio ser humano, enfrentando los miedos, el suspenso y lo macabro como forma de hacer arte. En una justificación por el gusto por lo horrible, que puede a llegar a ser tan bello como cualquier otro canon de belleza. O como empieza el tema Brave New World (álbum basado en el libro del mismo nombre) “Alas rotas, cisnes moribundos / La Belleza no es necesaria aquí”.
Para dar cuenta de la vinculación entre literatura y metal, parto por aquellas bandas más populares o que tienen una mayor fama. Bandas como Iron Maiden (la cuál tiene en la mayoría de sus discos referencias claras a obras literarias) en el disco homónimo (1980), se le hace honor al personaje de la novela de Gastón Leroux, con The Phantom of the Opera. En el siguiente álbum Killer’s (1981) se narra el clásico cuento de Edgar Allan Poe, Murders in the Rue Morgue. Otra canción, que es más bien dicho una musicalización del poema Rimes of the Ancient Mariner del inglés Samuel Taylor Coleridge hecho para el disco Powerslave (1984). Ozzy Osbourne en su primer disco en solitario, el Blizzard of Ozz (1980) está el tema Mr. Crowley, en referencia al poeta y ensayista Aleister Crowley, aunque en este caso lo toma más por el lado del ocultismo que este practicaba. En el disco Ride the Lightning (1984) de Metallica El tema For Whom of the Bell Tolls, es en base a la novela del mismo nombre de Ernest Hemingway y también en ese mismo disco está el tema The Call of Ktulu, que es referencia a una obra del mismo nombre de HP Lovecraft.
Otra forma en que la literatura inunda de significaciones e imaginarios al metal, son las denominadas novelas bélicas que constituyen un pilar clave para géneros como el Thrash o el Death, que toman a la guerra como un importante eje de su discurso. La mitología y el cristianismo es la base del Black Metal, siendo principalmente la nórdica, ya que este género nace y se desarrolla en Noruega y pasa a países como Dinamarca o Finlandia, donde el metal, en todas sus variantes, es más popular que en cualquier parte del mundo. También los mitos son el centro de lo que se conoce como Folk Metal, el cual casi siempre va asociado a otro género como el Black o el Doom, y varía según el lugar de origen y los mitos que ahí estén narrados. Tema aparte es de JRR Tolkien y la saga del Señor de los Anillos, que aquel mundo inventado de la Tierra Media es tomado como imaginario propio para el Power Metal, liderados por bandas como Rhapsody o Blind Guardian, donde podemos apreciar el canto a dragones, grandes castillos o batallas épicas entre seres de distintas especies y razas. Otra banda es El Cuervo de Poe, notable en su condición de trabajar totalmente en castellano, ya que es que es muy difícil encontrar bandas metaleras cantando en español. Esta banda como lo dice su nombre hace alusiones a la producción literaria de Poe, lo importante de sus discos es que incluyen una línea dramática donde el primer tema tiene que ver mucho con el siguiente, por lo tanto se cuenta una historia, y en ambas bandas se nota no una vanidad al momento de crear su música, sino conocimiento acabado de la literatura para usarla como la base más importante al momento de crear su arte.
También la literatura es tomada por el metal en la musicalización de textos. Así por ejemplo los españoles Tierra Santa toman La Canción del Pirata del también español José de Espronceda, como parte del disco Tierra de Leyendas (2000) y los también españoles Barón Rojo con su tema Las Flores del Mal, o el caso de los mejicanos de Anabantha en su demo de 2004, también hacen el trabajo de musicalizar a Pablo Neruda.
El metal, como uno de los géneros musicales con más variantes, es también uno de los géneros que más toma a la literatura para su propia creación. Así esta relación que aparentemente va en un sólo sentido, y no en uno recíproco (insisto en el sentido aparente) da muestras de una influencia permanente y continua dentro de los imaginarios y discursos en común, así como también en la apropiación de textos en bases fundamentales de discos conceptuales completos, temas en base a cuentos o musicalizaciones de poemas. Acá, un pequeño panorama que demuestra esa estrecha y cercana relación entre la literatura y el metal.
Fuente
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09-ene-2013
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Corsés góticos y cascos de walkiria
ARTURO PÉREZ-REVERTE | El Semanal - 16/12/2007
No soy muy aficionado a la música, excepto cuando una canción -copla, tango, bolero, corrido, cierta clase de jazz- cuenta historias. Tampoco me enganchó nunca la música metal. Me refiero a la que llamamos heavy o jevi aunque no siempre lo sea, pues ésta, que fue origen de aquélla, es hoy un subestilo más. Siempre recelé de los decibelios a tope, las guitarras atronadoras y las voces que exigen esfuerzo para enterarse de qué van. Las bases rítmicas, el intríngulis de los bajos y las cuerdas metaleros, escapan a mi oído poco selectivo. Salvo algunas excepciones, tales composiciones y letras me parecieron siempre ruido marginal y ganas de dar por saco, con toda esa parafernalia porculizante de Satán, churris, motos y **** sociedad. Incluidas, cuando se metían en jardines ideológicos, demagogia de extrema izquierda y subnormalidad profunda de extrema derecha. Etcétera.
Sin embargo, una cosa diré en mi descargo. De toda la vida me cayeron mejor esos cenutrios largando escupitajos sobre todo cristo que los triunfitos relamidos, clónicos y saltarines, tan rubios, morenos, rizados y relucientes ellos, tan chochidesnatadas ellas, con sus megapijerías, sus exclusivas de tomate y papel cuché, y toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío. Al menos, concluí siempre, los metaleros tienen rabia y tienen huevos, y aunque a veces tengan la pinza suelta y hecha un carajal, éste suele ser de cosas, ideas, fe o cólera que les dan la brasa y los remueven, y no de cuántas plazas será el garaje de la casa que comprarán en Miami cuando triunfen y puedan decir vacuas gilipolleces en la tele como Ricky, como Paulina, como Enrique.
Pero de lo que quiero hablarles hoy es de música metal. Ocurre que en los últimos tiempos -a la vejez, viruelas- he descubierto, con sorpresa, cosas interesantes al respecto. Entre otras, que esa música se divide en innumerables parcelas donde hay de todo: absurda bazofia analfabeta y composiciones dignas de estudio y de respeto. Aunque parezca extraño y contradictorio, la palabra cultura no es ajena a una parte de ese mundo. Si uno acerca la oreja entre la maraña de voces confusas y guitarras atronadoras, a veces se tropieza con letras que abundan en referencias literarias, históricas, mitológicas y cinematográficas. Confieso que acabo de descubrir, asombrado, entre ese caos al que llamamos música metal, a grupos que han visto buen cine y leído buenos libros con pasión desaforada. Ha sido un ejercicio apasionante rastrear, entre estruendo de decibelios y voces a menudo desgarradas y confusas, historias que van de las Térmópilas a Sarajevo o Bagdad, incluyendo las Cruzadas, la conquista de América o Lepanto. Como es el caso, verbigracia, de Iron Maiden y su Alexander the Great. La mitología -Virgin Steele, por ejemplo, y su incursión en el mundo griego y precristiano- es otro punto fuerte metalero: Mesopotamia, Egipto, La Ilíada y La Odisea, el mundo romano o el ciclo artúrico. Ahí, los grupos escandinavos y anglosajones que cantan en inglés copan la vanguardia desde hace tiempo; pero es de justicia reconocer una sólida aportación española, con grupos que manejan eficazmente la fértil mitología de su tierra: Asturias, País Vasco, Cataluña o Galicia. Tampoco el cine es ajeno al asunto; las películas épicas, de terror o de ciencia ficción, La guerra de las galaxias, Blade Runner, Dune, las antiguas cintas de serie B, afloran por todas partes en las letras metaleras. Lo mismo ocurre con la literatura, desde El señor de los anillos hasta La isla del tesoro o El cantar del Cid. Todo es posible, al cabo, en una música donde el Grupo Magma canta en el idioma oficial del planeta Kobaia -que sólo ellos entienden, los jodíos- mientras otros lo hacen en las lenguas de la Tierra Media. Donde Mago de Oz alude -La cruz de Santiago- al capitán Alatriste y Avalanch a Don Pelayo. Donde los segovianos de Lujuria lo mismo ironizan sobre la hipocresía de la Iglesia católica en cuestiones sexuales que largan letras porno sobre Mozart y Salieri o relatan, épicos, la revuelta comunera de Castilla. Y es que no se trata sólo de estrambóticos macarras, de rapados marginales y suburbanos, de pavas que cantan ópera chunga con corsé gótico y casco de walkiria. Ahora sé -lamento no haberlo sabido antes- que la música metal es también un mundo rico y fascinante, camino inesperado por el que muchos jóvenes españoles se arriman hoy a la cultura que tanto imbécil oficial les niega. El grupo riojano Tierra santa es un ejemplo obvio: su balada sobre el poema La canción del Pirata consiguió lo que treinta años de reformas presuntamente educativas no han conseguido en este país de ministros basura. Que, en sus conciertos, miles de jóvenes reciten a voz en grito a Espronceda, sin saltarse una coma.
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10-ene-2013
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Cualquier género de música puede estar relacionado a la literatura.
Kate Bush basó muchas de sus canciones en Novelas, Pinturas, Filosofía, Mitología, Religión, Películas y mezclas de todo lo anterior (Gurdjieff, Willheim Reich, "Wuthering Heights", "Ulysses", "The Shinning", "The Innocents", "Peter Pan", "The Longest Journey", "The Red Shoes", etc).
No es particular del Metal
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Última edición por eduardoxp; 10-ene-2013 a las 00:08.
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10-ene-2013
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\m/
Pues sí, me encanta cuando un grupo de metal interpreta obras literarias que me han gustado previamente...
Recuerdo cuando allá por los 16 años, poco después de leer el Silmarillion, descubrí Nightfall in the Middle Earth de Blind Guardian... omg pocas veces he vivido un éxtasis orgásmico como aquello xDD
Jó, pensaba que lo habías escrito tú xD
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10-ene-2013
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Cita:
Iniciado por Ansteroth
La relación existente entre literatura y metal, en cualquiera de los diversos géneros de este, desde el Heavy (que paradójicamente es uno de los más livianos) al Death Metal o al Grindcore (que están en el otro extremo de la crudeza) toman para sí a la literatura como parte influyente en la composición de los imaginarios y temáticas de las letras. Acá una serie de ejemplos para dar testimonio de esta relación.
Como primera cosa, aunque no esté en varios casos de forma explícita, las principales influencias del imaginario metalero son Howard Philips Lovecraft y Edgar Allan Poe (incluso este último con una banda italiana, de tipo progresivo que lleva su nombre). Escritores que dan para el mundo del metal, así para otros géneros del arte, como el cine de terror y los contenidos más lóbregos de la propia literatura, los primeros pasos en el época moderna dentro del sendero más oscuro del propio ser humano, enfrentando los miedos, el suspenso y lo macabro como forma de hacer arte. En una justificación por el gusto por lo horrible, que puede a llegar a ser tan bello como cualquier otro canon de belleza. O como empieza el tema Brave New World (álbum basado en el libro del mismo nombre) “Alas rotas, cisnes moribundos / La Belleza no es necesaria aquí”.
Para dar cuenta de la vinculación entre literatura y metal, parto por aquellas bandas más populares o que tienen una mayor fama. Bandas como Iron Maiden (la cuál tiene en la mayoría de sus discos referencias claras a obras literarias) en el disco homónimo (1980), se le hace honor al personaje de la novela de Gastón Leroux, con The Phantom of the Opera. En el siguiente álbum Killer’s (1981) se narra el clásico cuento de Edgar Allan Poe, Murders in the Rue Morgue. Otra canción, que es más bien dicho una musicalización del poema Rimes of the Ancient Mariner del inglés Samuel Taylor Coleridge hecho para el disco Powerslave (1984). Ozzy Osbourne en su primer disco en solitario, el Blizzard of Ozz (1980) está el tema Mr. Crowley, en referencia al poeta y ensayista Aleister Crowley, aunque en este caso lo toma más por el lado del ocultismo que este practicaba. En el disco Ride the Lightning (1984) de Metallica El tema For Whom of the Bell Tolls, es en base a la novela del mismo nombre de Ernest Hemingway y también en ese mismo disco está el tema The Call of Ktulu, que es referencia a una obra del mismo nombre de HP Lovecraft.
Otra forma en que la literatura inunda de significaciones e imaginarios al metal, son las denominadas novelas bélicas que constituyen un pilar clave para géneros como el Thrash o el Death, que toman a la guerra como un importante eje de su discurso. La mitología y el cristianismo es la base del Black Metal, siendo principalmente la nórdica, ya que este género nace y se desarrolla en Noruega y pasa a países como Dinamarca o Finlandia, donde el metal, en todas sus variantes, es más popular que en cualquier parte del mundo. También los mitos son el centro de lo que se conoce como Folk Metal, el cual casi siempre va asociado a otro género como el Black o el Doom, y varía según el lugar de origen y los mitos que ahí estén narrados. Tema aparte es de JRR Tolkien y la saga del Señor de los Anillos, que aquel mundo inventado de la Tierra Media es tomado como imaginario propio para el Power Metal, liderados por bandas como Rhapsody o Blind Guardian, donde podemos apreciar el canto a dragones, grandes castillos o batallas épicas entre seres de distintas especies y razas. Otra banda es El Cuervo de Poe, notable en su condición de trabajar totalmente en castellano, ya que es que es muy difícil encontrar bandas metaleras cantando en español. Esta banda como lo dice su nombre hace alusiones a la producción literaria de Poe, lo importante de sus discos es que incluyen una línea dramática donde el primer tema tiene que ver mucho con el siguiente, por lo tanto se cuenta una historia, y en ambas bandas se nota no una vanidad al momento de crear su música, sino conocimiento acabado de la literatura para usarla como la base más importante al momento de crear su arte.
También la literatura es tomada por el metal en la musicalización de textos. Así por ejemplo los españoles Tierra Santa toman La Canción del Pirata del también español José de Espronceda, como parte del disco Tierra de Leyendas (2000) y los también españoles Barón Rojo con su tema Las Flores del Mal, o el caso de los mejicanos de Anabantha en su demo de 2004, también hacen el trabajo de musicalizar a Pablo Neruda.
El metal, como uno de los géneros musicales con más variantes, es también uno de los géneros que más toma a la literatura para su propia creación. Así esta relación que aparentemente va en un sólo sentido, y no en uno recíproco (insisto en el sentido aparente) da muestras de una influencia permanente y continua dentro de los imaginarios y discursos en común, así como también en la apropiación de textos en bases fundamentales de discos conceptuales completos, temas en base a cuentos o musicalizaciones de poemas. Acá, un pequeño panorama que demuestra esa estrecha y cercana relación entre la literatura y el metal.
Fuente
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Muy buen tema este! Iron Maiden debe ser la banda que mas referencias tiene a obras literarias. Ademas de las que mencionas aqui en sus comienzos, se sigue dando en epocas mas actuales, por ejemplo en el 2000 esta el titulo del album y cancion "brave new world" en referencia a la novela homonima.
En el 2003 el tambien titulo de album y de cancion "dance of death" tiene muchas similitudes con el poema «Tam o'Shanter».
En el 2006 "The Longest Day" cancion del album "A Matter of Life and Death", esta basada en la novela belica "El dia mas largo".
En el 2010 de el album "the final frontier", la cancion "The Alchemist" probablemente este basada o inspirada en alguna de las tantas novelas homonimas que hay entre ellas la mas conocida, la de Paulo Coelho.
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