¿Eliminar la fobia social? Es imposible, en vida. Habría que morirse, los cadáveres no sienten pánico.
Controlarla un poco tal vez sí sea posible. Aunque las probabilidades no son muy alentadoras. La mayoría -hablando de fóbicos de verdad, claro está- están condenados a llevar una existencia tortuosa y miserable hasta el fin de sus días, con minúsculos logros en contraste con una inmensa cantidad de frustraciones. Nacimos para perder y quedarnos con las ganas. Nacimos para ser carcomidos por la necesidad. ¿Qué sentido tiene todo?
Hay que ser realistas, señores.
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