Mirando por internet, he encontrado un articulo de un blog muy interesante.
Sobre todo a partir del cuarto parrafo, en donde se habla de un experimento que se hizo en ratones. He resaltado en negrita las cosas que creo importantes:
"Según el Diccionario de la Real Academia Española,
oprimir es "someter a una persona, a una nación, a un pueblo, etc., vejándolos, humillándolos o tiranizándolos." A menudo para oprimir se utiliza la violencia. Son ejemplos de esto la guerra, las golpizas domésticas, el asalto criminal. La violencia es un instrumento de opresión.
No es evidente a primera vista que la opresión es también, en sí misma, violencia. Pero la neurociencia contemporánea nos da indicios de que
la opresión social es una forma de violencia física, que
nos deja cicatrices tan reales como los hematomas que producen los golpes.
Estas cicatrices no son visibles a simple vista. Se manifiestan como cambios neuroquímicos, sólo observables mediante técnicas avanzadas de laboratorio. No obstante, sus efectos son devastadores: comprometen el funcionamiento del cerebro y por lo tanto, de la mente.
Los efectos de la opresión se manifiestan en estudios experimentales en un modelo animal. Para simular lo que llaman "derrota social," los investigadores exponen un ratón normal a un ratón dominante, que actúa para generar sumisión. En el Instituto de Salud de los Estados Unidos se realizaron experimentos en los cuales un ratón era sometido a este tratamiento durante diez días. Cada día se utilizaba un ratón dominante distinto.
Al final del experimento el ratón presentaba síntomas de depresión aguda. Y evitaba todo contacto con otros ratones, había perdido su capacidad de interacción social. Los investigadores demostraron, además, que el cerebro del ratón había sufrido daños severos.
En el cerebro existe una proteína, llamada BDNF, que está asociada con la memoria, la capacidad de aprendizaje y la sociabilidad. La producción de esta proteína, como la de muchas otras, es controlada por un gen. En el ratón "socialmente derrotado," la expresión de este gen es inhibida.
Aunque los investigadores encontraron que el tratamiento con antidepresivos puede aliviar los síntomas sicológicos del ratón, el mismo es incapaz de revertir la inhibición del gen. La “cicatriz” es irreversible.
¿Qué implicaciones tienen estos experimentos para la sociedad humana?
La opresión disminuye la capacidad de sentir bienestar y de aprender. Al disminuir la capacidad de aprendizaje, inhibe el desarrollo de los poderes creativos, productivos. Y al generar un comportamiento antisocial, crea condiciones fértiles para el crecimiento del crimen.
En nuestro país la opresión se expresa en la discriminación social, en el abuso de poder, en la injusticia, en la impunidad del delito. Además de ser éticamente indefendible, vemos que la opresión es una forma de violencia que disminuye nuestra capacidad productiva.
Podría cuestionarse la validez de extraer conclusiones sociales de experimentos en ratones. Y es verdad, el extrapolar los resultados de modelos animales al comportamiento social de los seres humanos requiere de cuidado. Pero también es verdad que los modelos animales han sido ampliamente utilizados, con éxito, en la medicina, la sicología del individuo y la sicología social.
Combatir la opresión es combatir la violencia. Y es construir un país más feliz y productivo."
Es muy curioso este experimento en ratones.
Si os fijais, muchos de aquí habeis pasado por situaciones parecidas o iguales a las del ratón protagonista de este artículo, por el mero hecho de ser diferentes (cuando en realidad todos lo somos) o por otras cuestiones absurdas.
Esto prueba que la culpa de lo que le pasa aqui a la gente no es de ellos, como muchos psicologos pretenden hacerles saber,SINO DE LA SOCIEDAD. Los transtornos psicológicos no provienen de la nada.
Tambien prueba que las consecuencias de la opresión social son cicatrices perennes, que no se curan o son muy dificiles de curar con psicologia o psiquiatria.
Aunque este experimento esté hecho en animales, y el cerebro de los animales sea muy distinto al nuestro, la verdad es que es algo realmente inquietante.
Moraleja: MENOS PSICOLOGOS Y MAS JUSTICIA.
Saludos de Injusticiado.