En otros tiempos eran sinonimos de hambrientos y miserables. Rostros huesudos, delgados y famélicos que dejaban entrever una nariz mas grande casi que el resto del rostro.
Ahora esas caras son sinonimo de belleza y deseabilidad. A ver cuando pasa la **** moda. Un gran logro de esta sociedad es que la gente ya no se muere de hambre, no lo vamos a fastidiar ahora por perseguir unos cánones de belleza ridículos.
Los/las anoréxicos/as seguro que lo agradecerán. Y todos aquellos que se vuelven medio locos por alcanzar lo inalcanzable, entre los que me incluyo.