Cita:
Iniciado por Sociofobia
Lo tengo comprobado...
No en el sentido de burlarse, ni ofender o insultar no, me refiero a...
Hoy te necesito.
Mañana no.
Hoy eres Dios.
Mañana eres una **** mierd4.
Hoy te llamo.
Mañana me pego 3 meses sin decirte nada.
Y así sucesivamente...
¿Pero que coj* es esto? Yo sinceramente alucino.
Normal que tenga Fobia Social e incluso me atrevería a decir asco a a las personas, si es que no te puedes fiar de nadie... un día crees contar con UNA sola persona y al día siguiente no sabe ni quien eres, al siguiente eres Dios, al otro una mierd4...
¿Por que demonios no hay un poco de estabilidad a la hora de poder tener amistad con alguien? Que alguien me lo explique...
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Sin ánimo de ofender, ¿no te habías dado cuenta hasta ahora que esto funciona así?
Más vale tarde que nunca.
Hay algo que no deja de sorprenderme en muchas personas que actúan en el foro: su excesiva candidez. No porque me parezca absurda, al contrario, si hemos acabado por aquí es debido, en parte, a ser unos "primaveras" de cuidado. Sin embargo, la insistencia en el error, exculpa a otros. Si queremos que nos hagan daño, dando tanto poder a los demás sobre nuestras vidas, lo estamos consiguiendo.
Seamos realistas: si alguien te considera "Dios" te miente como un bellaco. Siguiendo con la metáfora, por ende, no te tratan como una mierda, luego. Recuerdo, siendo todavía bastante crédulo (veinteañero) que me tragaba una tras otra, los embelecos de gente, cuya actitud parecía ser muy cálida conmigo. Y así sufrí muchísimo, sin necesidad.
Somos un blanco perfecto para quien necesita un "clínex" porque nuestra desesperación por contar para alguien nos hace devaluarnos a niveles del inframundo. Estamos impelidos a ser escépticos, tratando de disfrutar de los momentos, sin esperar nada de los demás. Si conoces a alguien que ello no te marque la jornada. No creas que sea algo especial, ni intentes profundizar en esa amistad. Distancia, distancia. En todo caso, que sea la otra persona quien muestre mayor interés.
Hace unas semanas me encontré con un antiguo compañero del instituto. El muy cabrón se acordaba de mí y empezó a darme la vara con su vida y milagros. Llegó el típico momento de intercambiar números para - esto les sonará a muchos
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ver si quedamos algún día. Cumplí el trámite como buen funcionario. Acto seguido cuando me alejaba de él, volví a coger el móvil y borré el número del personaje. ¿Cómo sabré que es él si me llama? Tranquilos, le di un número falso
. El gustazo de comportarse de esta manera es indescriptible
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