A veces salir a dar una vuelta, una llamada, una charla, o bien unas copas, lo cambian todo. No porque sea agradable la vuelta (paisaje, etc.), la charla, la bebida o lo que sucede. Sino porque entras en una "onda" emocional que sacia la bestia, o la estimula.
Creo que no se puede racionalizar la vida. Es como el tener pareja, no es tanto por el amor o la emocion, sino porque, si hay suerte, te equilibra.
Así que no se puede enjaular a a la bestia... hay que domarla.