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¿Y ya está? Me matas. ¿Por qué siempre hay algún problema? Las contadas veces que encuentro a alguien afín a mí, con quién disfruto hablando, hay confianza y afecto y... No puedo. No puedo más. No soporto más esto. No valgo para estar viva, supongo. Si, soy horrible. Asquerosa.
Es surrealista. No tiene sentido. No conoces ni la mitad de mí. En realidad soy una mierda, alégrate. No te pierdes nada. Soy escoria. Basura. ¿Mejor?
No sufras. Es ridículo que lo hagas por mi. Por supuesto, no me siento culpable, sólo me siento una mierda. Una mierda que siempre lo estropea todo.
¿Mi alma, blanca? Ja. Está sucia, ya lo dije. Está envenenada. Es oscura.
Yo sólo quería... ¿Por qué das por hecho que no es correspondido? No lo es. Pero es que no puede ser. No me permito que lo sea. No puede ser. Podría haber sido, en otra dimensión, en otro tiempo, en otra vida. Pero destruirías todo. Y yo soy una cobarde, otro punto en contra.
Porque aún así, quiero hablar contigo, siempre. Si eres así de verdad, claro. Eso me gusta.
¿Como vas a abrir la puerta si está blindada? ¿Si alguien ya puso un cerrojo antes? Yo no lo hice. No puedo abrirte la puerta, aunque quiera. Es imposible.
No me temas. No me sobrevalores. No voy a asustarme por nada. Tampoco voy a reírme. No soy tan mierda, joder.
Lo siento de todos modos. No sé exactamente por qué, pero lo siento. Yo no quería hacer esto. Considero que no he hecho nada, en realidad. Pero parece que indirectamente lo hice.
Yo nunca desearía no haberte conocido. Sólo desearía no haber sido yo.
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