¿Os pasa a vosotros también que cuando estáis en plena crisis de sed de amistad os montáis una película con la gente que estaría en ella (amigos imaginarios), los lugares a los que iríais juntos, lo que haríais, las conversaciones e incluso las bromas que os gastaríais? Es como una explosión de imaginación que a veces asusta y te hace llegar a pensar que eres "esquizoalgo", por la cantidad de detalles que puedes llegar a cocer en ese crisol que tenemos sobre los hombros. Y si hay música puesta, ya ni te cuento. Como un guión que vas "escribiendo" y te vas regocijando en él, y que cuando lo cierras te produce una enorme frustración. ¿Os pasa?