El siguiente texto lo copié del libro "La liturgia de las horas" (és un himno) de un sacerdote que cuidé y acompañé durante su estancia hospitalaria, esté hombre había sufrido ya tres infartos infartos cerebrales y como tal había perdido su capacidad de hablar, de razonar y de control sobre si mismo, pero yo aún así intentaba buscar la manera de acompañarle en su dolor y de llegar a él; por eso pedí a una de las monjas encargadas de su cuidado en la residencia que me trajeran un libro suyo para leérselo y poder entretenerlo, al final lo conseguí por un rato largo... y me sorprendió lo que ocurrió después ya que los médicos no esperaban que volviera hablar, y ése día lo hizo con dificultad... fueron unos minutos, pero unos minutos de 'recobrada' lucidez momentánea en los que su mirada me correspondió y después de compartir tantos días con él, fue una alegría para mi persona (que tanto intentado sacarle una sonrisa...) pues sentía impotencia de no poder hacer nada para ayudarle mientras padecía el sufrimiento de su situación, que implicaba estar en una habitación día y noche sin enterder el porqué estaba ahí..
Recuerdo quee respondió entonando con mucha dificultad el LUX AETERNAM, en latín (pues aparte de sacerdote, había sido catedrático de filosofía-letras y profesor de griego y latín en la universidad), y me di cuenta (por lo poco que puede entenderle) que me explicaba que Lux Aeternam era un tipo de cántico o oración que se escucha en los funerales (dentro de ésta Obra *'Réquiem' de Mozart se puede encontrar: www.youtube.com/watch?v=nMzGQp8z2kM). Nunca más volví a verle tan lúcido, pero acto seguido cogí ése libro suyo que pedí, lo puse en sus manos para aunque fuera inconscientemente me señalara otra página que leerle, y curiosamente leí lo siguiente, (me hizo llorar por que era como si me hablara él, transmitiéndome justamente aquello que yo sentía cada vez que veía su mirada perdida, de hermosos ojos azules...) que compartiré con ustedes:
Himno meditado:
"No sé de dónde brota la tristeza que tengo "
Fuente: Liturgia de las horas.
"No sé de dónde brota la tristeza que tengo.
Mi dolor se arrodilla, como el tronco de un sauce,
sobre el agua del tiempo, por donde voy y vengo,
casi fuera de madre, derramado en el cauce.
Lo mejor de mi vida es el dolor. Tú sabes
cómo soy; tú levantas esta carne que es mía;
Tú, ésta luz que sonrosa las alas de las aves;
tú, esta noble tristeza que llaman alegría.
Tú me diste la gracia para vivir contigo;
tú me diste las nubes como el amor humano;
y, al principio del tiempo, tú me ofreciste el trigo,
con la primera alondra que nació de tu mano.
Con el último rezo de un niño que se duerme
y, con la voz nublada de sueño y de pureza,
se vuelve hacia el silencio, yo quisiera volverme
hacia ti, y en tus manos desmayar mi cabeza..."
Reflexión:
.Te vi como el niño medio despierto que ve a su madre en la luz del alba, y la sonríe, y se vuelve a dormir.
.Señor, hoy me encuentro ante tu omnipotencia como un niño o bebé que, cuando se despierta por la noche, la sola mirada de la madre, le consuela tanto que vuelve a dormirse.
.¡Qué maravilla es vivir colgado de tu gracia, de tus dones divinos que en mí has derramado sin merecer nada por mi parte.
.Hoy, al llegar la noche, quiero encontrarme contigo y con tu madre, la Virgen. En su regazo deseo encontrar mi gozo y mi consuelo. Los necesito hoy para que la paz me acompañe siempre en todo momento.
. Cuando me lleguen los asaltos que el mal me lanza, haz que sepa reaccionar con la firmeza que me da la gracia, el don que me mantiene unido a ti.
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* LUX AETERNAM (parte final de la obra):
"Lux aeternam luceat eis, Domine,
cum sanctis tuis in aeternum, quia pius es.
Requiem aeternam dona eis, Domine,
et lux perpetua".
cum sanctis tuis in aeternum, quia pius es.
- "La luz eterna brille para ellos, Señor,
con tus santos para la eternidad, porque eres misericordioso.
Descanso eterno dales, Señor,
y que la luz perpetua los ilumine".
PD: Saludos.
