1-3 años: no recuerdo nada.
3-6 años: niveles de ansiedad por las nubes que se manifestaban en diferentes fobias (a la oscuridad, a Freddy Krueger, a las moscas, etc.), preocupaciones exageradas y creo que impropias de la edad (recuerdo que lloraba al pensar que mi madre se tenía que morir algún día) e hiperactividad.
6-12 años: preocupaciones exageradas (seguía pensando continuamente en la muerte de mis seres queridos), hiperactividad y nace mi fiel fobia social. Pese a ello, esta etapa fue "feliz" (por llamarlo de alguna manera). Tuve la suerte (o desgracia) de apuntarme a fútbol sala y fue mi medio de socialización y de integración en el colegio.
13-15 años: en esta etapa seguía con la fobia social pero había creado varios grupos de amigos, siempre conservando mi individualidad, en relación a diferentes aficiones: baloncesto, fútbol sala, videojuegos, etc. Estaba aprendiendo a convivir con mi fobia social, con mis limitaciones, claro.
15 años: crisis existencial que produce en mí cierto desencanto ante el mundo. Por decirlo de alguna manera, es cuando "me encuentro en pelotas ante la nada". La fobia social y ese desencanto me arrastran cada vez más al aislamiento.
16-21 años: la crisis existencial perdura pero, además, se sube al carro una depresión (que durará unos 10 años) por la muerte de un familiar muy cercano. Esto hace que me aísle aún más y que tan sólo mantenga contacto con la gente yendo bajo los efectos del alcohol (y algún añadido).
21-26 años: aislamiento total menos para ir a la universidad. Dejo el alcohol y me encierro en los libros. Supero mi depresión pero acabo explotando con varios ataques de pánico consecutivos. Decido ir al "loquero" y doy con una psicóloga que me ayuda a aplicar mi capacidad analítica respecto al exterior en mi interior (que estaba bloqueado por las emociones).
26-29 años: empiezo a afrontar mis problemas, del pasado y del presente. Voy mejorando día a día. Y espero seguir así. Este año me he sacado el máster para ser profesor de filosofía en secundaria, haciendo prácticas en un centro educativo, cosa que para mí era impensable hará cosa de dos años. Ánimo.
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