Pues esto es mas fácil decirlo que hacerlo.
Si solo fuera una cuestión de darse animo y "salir a comerse el mundo" ya lo hubiéramos hecho y sin embargo...
A veces el problema no radica solo en creencias irracionales o en cobardía sino en no saber como actuar. El hecho que tengamos baja autoestima suele ser el resultado y no la causa.
Tanto tiempo en auto-reclusión a hecho mella en nosotros,a dejado secuelas difíciles de superar, nos vemos diferentes, encontramos a los demás como gente extraña y por ello conjeturamos que también los otros nos ven así. Desconocemos o dudamos del protocolo, los pasos a seguir para hacer amistades, contar chistes o abordar al sexo opuesto, e incluso puede haber problemas para comprender los modismos locales. Desorientados y con temor a hacer visible nuestra inexperiencia y nuestras inseguridades actuamos de manera inhibida, premeditada y con el mayor cuidado de no ofender a nadie, de no meter la pata y todo eso nos llena de ansiedad.
Pero no hay caso, nada parece funcionar y cada frustación nos hace confirmar nuestros temores y eso afecta a nuestro ego, ya que la autoestima no solo depende de factores endogénos, de percepciones internas y de creencias positivas hacia uno mismo sino que también las influencias externas confabulan en la creación de nuestra auto-percepción. El exterior funciona como un espejo que nos devuelve una imagen de nosotros ( se podría decir que esa imagen esta distorsionada pero ya seria extenderme demasiado) y salvo que nuestra capacidad de comprender las reacciones que nos llegan de los demás esté dañada o distorsionada por un narcisismo exajerado e irracional, somos en parte como nos tratan, necesitamos de una medida "objetiva" para comparar y esa medida es la reacción de los demás provocada por nosotros. De nada vale que nos digan que nos amemos y aceptemos si cuando buscamos la compañía de nuestros congéneres solo recibimos indiferencia o maltrato.
Puede que si lo intentamos muchas veces veamos ciertos progresos o puede también que nos hundamos aun mas por haber hecho nuestro mejor intento y aun así fracasar. Si queremos hacer un cambio, este deberá ser de raíz, nada de pequeños pasos que ya sabemos todos que no funcionan. Deberemos ademas eliminar creencias absurdas y hábitos desadaptativos que son la causa de que nos comportemos como tal.
En definitiva, para superar nuestro problema deberemos armarnos de valor, tirarnos de cabeza y tolerar la frustración de nos provocará errar o ser rechazos una y otra vez. O sea, un verdadero acto de valentía (o de fe).
Jejeje... los gallegos de mi cuadra se ponían rojo tomate cuando les cantaban esto en modo de chanza.