Cita:
Iniciado por Akiles
y otra cosa si alguien es tan amable de explicarme como es la terapia segun Cristo ke me la ponga.
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No te puedo explicar "la terapia" sino "mi terapia" según Jesús (eso de Cristo suena muy rimbombante). Antes tengo que decirte que yo soy un mal cristiano, porque soy un cobarde para actuar como sé que debo actuar. Pero así están las cosas. Bien, "mi terapia" consiste en conocer la vida de Jesús y comprender que en ella hubo tres principios fundamentales que debo intentar mejorar a lo largo de mi vida: 1. el amor, 2. el sacrificio y 3. la libertad.
El
amor es como el de un padre viendo a sus bebés. ¿No amarías a tu bebé aún habiendo clavado un cuchillo a su padre? Sí, porque pensarías: "no sabe lo que hace". Aunque yo le conceda mucha importancia a la razón humana, fuera del sistema de referencia de nuestros cinco sentidos no debemos ser más que bebés. Me cuesta aplicar eso, sí, pero estoy convencido de que ese fue uno de los mensajes de Jesús.
El
sacrificio surge como consecuencia del amor. Al aceptar también que mis "bebés" (es decir, quienes me rodean) no saben lo que hacen, debo aceptar también el daño que me hacen e intentar darles ejemplo, como haría un padre, actuando yo correctamente y no haciendo daño a nadie.
La
libertad es consecuencia también de lo anterior porque aún con todo el amor y el sacrificio de un padre, los "bebés" no pueden ser llevados todo el tiempo de la mano sino que necesitan comprender las cosas por sí mismos y no tener miedo. Aunque se equivoquen, yo debo darles libertad y no puedo estar manejándolos como si fueran títeres porque entonces les quitaría su personalidad.
Esa es mi terapia y la evolución que espero encontrar en mi vida. Reconociendo que soy muy imperfecto, muy contradictorio, y que esa evolución no la hago buscando ninguna recompensa en cielos ni en paraísos, ni tampoco por temor a ningún infierno, sino porque creo en Jesús como en un padre que me quiere y yo a su vez le quiero a él.
Sacrificio he tenido muchos. Para el amor verdadero a los demás soy muy cobarde, muy egocéntrico todavía, es mi punto flaco. Y en cuanto a la libertad he mejorado porque antes era muy posesivo y no aceptaba nada bien otras formas de pensar, y ahora intento comprender las razones ajenas aunque no las comparta.
Si te sirve de algo, pues bien. Espero no haber sido tan aburrido como los curas con sus infiernos, sus absurdas preocupaciones morales y su desviación de lo fundamental.