El_Extranjero

La vida son etapas, amigo mío. Unas veces las superamos, otras vienen a nuestro encuentro, y algunas se quedan ahí "pendientes de evaluar a la espera de nuestra aprobación", para siempre.

De todas estas etapas extraemos experiencia, conocimiento... He llegado a la conclusión de que padecer la fobia social es sangrar una herida interior que jamás cicatrizará, pese a que a veces cura, porque siempre se vuelve a infectar.

Y es que el interior del hombre, más allá de la epidermis y más allá incluso de las tripas y de los huesos, donde los sentidos y la lógica se vuelven emociones y sentimientos, es un lugar complejo y delicado. Y las huellas que allí dentro, tan profundo, nos van surcando de un camino que marca nuestro origen, no son tan fáciles de borrar; me atrevería a decir que no se pueden borrar jamás.

LOU SPIN

Aquí un veterano de las trincheras fóbicas de 35 primaveras. A colación de lo que preguntas, sí te puedo decir que con los años se van adquiriendo algunas tablas para lidiar con las situaciones que más nos estresaban cuando éramos más jóvenes y parece que el nivel de ansiedad en general se va reduciendo, adquiriéndose un talante más sereno, filósofo, incluso socarrón de la a veces absurda existencia del fóbico social.
Asimismo, decirte que es bueno siempre pedir consejo a los más mayores, pero lo que te puedan decir nunca debes tomártelo como dogma pues cada cual es diferente y atraviesa sus propias etapas vitales. Por lo menos ésa es la conclusión a la que se llegó en un hilo sobre este tema que tuvo a bien abrir un excepcional forero y mejor persona:

http://www.fobiasocial.net/el-tren-de-la-vida-43599/

Verandris

Buenas, en respuesta a tu pregunta, te digo que tengo treinta y siete años. Mi vida no ha sido ni es fácil pero puedo decir que, salvo en el área afectivo-amorosa, me he defendido con solvencia. Mis credenciales ahí están:

No sin esfuerzo he podido conseguir un puesto de trabajo que mantengo en estos momentos de crisis. Además llevo viviendo de manera independiente pero también solitaria desde los 33, más tarde de lo que me hubiese gustado pero así es el desarrollo que he tenido que llevar debido a mis carencias.

Considero que uno no debe amargarse innecesariamente por pensar que no ha alcanzado las metas que, en la candidez de la juventud, se había marcado. La vida es como es y nos marca el tempo que debemos vivir. Cada uno tiene su desarrollo y lleva sus aprendizajes con más o menos tesón, valor o cabezonería. Al final hay resultados aunque quizás no los que nos esperamos en un principio. Yo os animo a seguir luchando.

PD: recomiendo también el post de Lou Spin y aprovecho para saludar a ese socarrón personaje que anima el foro con su buen humor.

PD2: soy un treintañero pero me siguen gustando las gominolas, las películas de aventuras o los videojuegos. ¿Es que soy un inmaduro? Tal vez, pero no se es mejor persona por casarse o por ponerse ciego a birras o diciendo que nos gusta el cine iraní, por poner 3 ejemplos.