Hacer el ridículo:
"He hecho el ridículo.." "Todos me miraban.." "¡Qué vergüenza..!"
Parece que el mundo se derrumba encima de uno. TODO EL MUNDO te mira. TODO EL MUNDO se ríe. ERES TONTO. NO HAY NADIE tan estúpido como tú. Eso es lo que pensamos y tememos siempre del ridículo. ¿Pero es objetivo? ¿Realmente puede uno creer que a la gente le importamos tanto como para que estén tan pendientes de nosotros?
Hagamos un experimento. Ahora no somos nosotros los que hacemos el ridículo. Ahora no nos miran, si no que somos nosotros los que miramos. Nosotros como observadores..¿realmente tenemos tanta saña, tanto recuerdo, tanta memoria de aquellos desconocidos a quienes hayamos podido ver en una situación ridícula? ¿Realmente nos acordamos de ellos? ¿Estamos hablando todo el día de ellos? ¿Cómo se llamaban? ¿Dónde viven? ¿Dónde podemos ir para continuar riéndonos de ellos? ¿Nos acordaríamos de ellos si los volviéramos a ver? ¿Recordaríamos cada día con nuestros amigos su ridiculez? Nombre y apellidos de cada concursante de televisión que ha quedado como un payaso... demasiados, ya son anónimos, ya no hay memoria...
Pienso que todos tenemos demasiados problemas y estamos lo suficientemente ocupados para estar realmente pendientes del ridículo de los demás. Un ridículo es un anónimo. El ridículo desaparece, muere, se diluye por completo en el anonimato mas absoluto.
Sin embargo lo que uno puede perder en esta vida por temor al ridículo o al que dirán, eso si que es importante, eso si que puede ser decisivo, determinante. Puedes perder la misma vida, por temor de algo que en el peor y mas dramático de los casos la gente que te rodea no puede permitirse el lujo de andar recordando, debido a sus propios problemas, estos si, importantes.
Otro experimento: pon en uno de los platos de una balanza los ridículos de los demás y en el otro plato tus propios ridículos. Seguro que pesan muchísimo mas tus propios ridículos. Por que a tí lo que te preocupan son TUS ridículos, no los de los demás. Pues aunque no te lo creas A LOS DEMÁS LES PASA IGUAL QUE QUE A TÍ. Tus ridículos NO LES INTERESAN nada en absoluto. Si piensas en Bill Clinton y la Lewinsky, o en Bush, te darás cuenta de que ni aún dedicando toda la vida y esforzándote en ser el mas ridículo podrás conseguir superar tu insignificancia y ser recordado.
Así que avante toda, que no merece la pena renunciar al premio enorme que se puede obtener a cambio de precio tan insignificante.