Esta última semana he tenido que hacer unos trámites por teléfono, y ha sido ridículamente horrible. No sé que carajo pasa, pero hablar por teléfono me produce al menos tanta ansiedad como hablar cara a cara. Es estúpido y no tiene sentido. Debería serme más fácil comunicarme con alguien sin tener que verle ni ser visto. Debería ser como a través de un foro o un chat. Pero no es así, desde luego, no en mi caso. Procuro no coger nunca el aparato si no es imprescindible. ¿Soy un caso único, o uno de tantos?