HABILIDADES SOCIALES I
Introducción
Una conducta socialmente habilidosa se define como un conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa sentimientos, actitudes, deseos, opi-niones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás y resolviendo de inmediato los problemas surgidos en una situación determinada minimizando la probabilidad de futuros problemas.
Las habilidades sociales son esenciales para obtener 2 tipos de objetivos:
Objetivos afectivos: consiguiendo relaciones satisfactorias con los parientes y con los demás, estableciendo amistades y relaciones amorosas.
Objetivos instrumentales: permitiendo actividades con éxito en la comunidad incluyendo comprar, vender, la utilización de instituciones sociales y prestaciones, entrevistas de trabajo y trabajar.
Ante la conducta de las personas nosotros nos formamos una impresión global (llamada MO-LAR) que está formada por miniconductas específicas (llamadas MOLECULARES).
Seguidamente veremos los componentes moleculares más importantes de toda conducta interpersonal:
COMPONENTES NO VERBALES
La mirada: Se define objetivamente como "el mirar a otra persona a los ojos, o de forma más general, a la mitad superior de la cara". La mirada mutua implica que se ha establecido "contacto ocular" con otra persona. Casi todas las interacciones de los seres humanos de-penden de miradas recíprocas. Los significados y funciones de las pautas de mirada son múl-tiples:
Actitudes: La gente que mira más es vista como más agradable, pero la forma extrema de mirada fija es vista como hostil y/o dominante.
Ciertas secuencias de interacción tienen más significados: por ejemplo, ser el primero en dejar de mirar es señal de sumisión; la dilatación pupilar, señal de interés por el otro.
Expresión de emociones: Mirar más intensifica la expresión de algunas emociones, como la ira, mientras que mirar menos intensifica otras, como la vergüenza.
Acompañamiento del habla: La mirada se emplea, junto con la conversación, para sincroni-zar o comentar la palabra hablada. En general, si el oyente mira más, genera más respuesta por parte del que habla, y si el que habla más mira más, es visto como persuasivo y seguro.
La expresión facial: Parece ser que la cara es el principal sistema de señales para mostrar las emociones. Hay 6 emociones principales y 3 áreas de la cara responsables de su expresión. Las emociones son: alegría, sorpresa, tristeza, miedo, ira y asco o desprecio. Las tres regio-nes faciales implicadas son: la frente/cejas, los ojos/párpados, la parte inferior de la cara. Una conducta socialmente habilidosa requiere una expresión facial que esté de acuerdo con el mensaje. Si una persona muestra una expresión facial de miedo o de enfado mientras intenta iniciar una conversación con alguien, es probable que no tenga éxito.
La sonrisa: Es un componente importante. Puede utilizarse como sonrisa defensiva, como gesto de pacificación. Puede servir para transmitir el hecho de que a una persona le gusta otra; puede suavizar un rechazo, comunicar una actitud amigable, y animar a los demás a que le devuelvan a uno una sonrisa.
Los gestos: Un gesto es cualquier acción que envía un estímulo visual a un observador. Para llegar a ser un gesto, un acto tiene que ser visto por algún otro y tiene que comunicar algu-na información. Los gestos son básicamente culturales. Las manos y, en menor grado, la cabeza y los pies, pueden producir una amplia variedad de gestos, que se emplean para una serie de propósitos diferentes. Los gestos se constituyen en un segundo canal de comunica-ción; aquellos que sean apropiados a las palabras que se dicen servirán para acentuar el mensaje añadiendo énfasis, franqueza y calor. Los movimientos desinhibidos pueden sugerir también franqueza, confianza en uno mismo (salvo que fuera un gesto nervioso) y esponta-neidad por parte del que habla.
La postura: La posición del cuerpo y de los miembros, la forma en que se sienta la persona, como está de pie y cómo pasea, reflejan sus actitudes y sentimientos sobre sí misma y su relación con los otros. Los significados y funciones de la postura son múltiples:
Actitudes: Las posturas que reducen la distancia y aumentan la apertura hacia el otro son cálidas, amigables e íntimas. Las posiciones cálidas incluyen el inclinarse hacia delante, con los brazos y piernas abiertas, las manos extendidas hacia el otro, etc. A su vez, apoyarse hacia atrás o entrelazar las manos sosteniendo la parte posterior de la cabeza pueden ser reflejo de dominación o de sorpresa. La timidez puede expresarse por medio de los brazos colgando y con la cabeza hundida y hacia un lado. Por el contrario, las piernas separadas, los brazos en jarras y la inclinación lateral pueden expresar determinación.
Emociones: La postura puede reflejar emociones específicas. Así, la indiferencia puede ex-presarse por medio de los hombros encogidos, los brazos erguidos o las manos extendidas; la ira, por medio de los puños apretados, la inclinación hacia delante o los brazos extendidos; el coqueteo, por medio del cruzar o descruzar las piernas, etc.
Acompañamiento del habla: Los cambios importantes de la postura se emplean para marcar amplias unidades del habla, como cambiar de tema, dar énfasis y señalar el tomar o ceder la palabra. Se han señalado 4 categorías posturales:
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Acercamiento: postura atenta comunicada por una inclinación hacia delante del cuerpo.
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Retirada: postura negativa, de rechazo o de repulsa, que se expresa retrocediendo o volviéndose hacia otro lado.
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Expansión: postura arrogante o despreciativa que se refleja en la expansión del pecho, el tronco recto o inclinado hacia atrás, la cabeza erguida y los hombros elevados.
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Contracción: postura cabizbaja o de abatimiento que se caracteriza por un tronco incli-nado hacia delante, una cabeza hundida, los hombros que cuelgan y el pecho hundido.
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La orientación: El tipo de orientación espacial denota el grado de intimidad/formalidad de la relación. Cuanto más cara a cara es la orientación, más íntima es la relación y vicever-sa.
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La distancia / el contacto físico: El grado de proximidad expresa claramente la naturaleza de cualquier interacción y varía con el contexto social. Dentro del contacto corporal, exis-ten diferentes grados de presión y distintos puntos de contacto que pueden señalar esta-dos emocionales, como miedo, actitudes interpersonales o un deseo de intimidad.
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La apariencia personal: El desarrollo tecnológico actual permite modificar mucho el as-pecto exterior de una persona (maquillaje, cirugía estética, peluquería, régimen de adel-gazamiento, etc.). La ropa y los adornos desempeñan un papel importante en la impre-sión que los demás se forman de un individuo. Los componentes en los que se basan el atractivo y las percepciones del otro son el físico, la ropa, la cara, el pelo y las manos. El objeto de la modificación de la apariencia es la autopresentación ante los demás. El cambio de estilo del pelo es uno de los aspectos que más influyen en la apariencia per-sonal. El atractivo físico puede ser un elemento importante en un primer momento, pero a la hora de establecer una relación más duradera son otros los elementos que tienen más peso.
COMPONENTES PARALINGÜISTICOS
El volumen de la voz: La función más básica del volumen consiste en hacer que un mensaje llegue hasta un oyente potencial. El volumen alto de voz puede indicar seguridad y dominio. Sin embargo, hablar demasiado alto (que sugiere agresividad, ira o tosquedad) puede tener también consecuencias negativas -la gente podría marcharse o evitar futuros encuentros-. Los cambios en el volumen de voz pueden emplearse en una conversación para enfatizar puntos. Una voz que varía poco de volumen no será muy interesante de escuchar.
La entonación: La entonación sirve para comunicar sentimientos y emociones. Unas palabras pueden expresar esperanza, afecto, sarcasmo, ira, excitación o desinterés, dependiendo de la variación de la entonación del que habla. Una escasa entonación, con un volumen bajo, indica aburrimiento o tristeza. Un tono que no varía puede ser aburrido o monótono. Se per-cibe a las personas como más dinámicas y extrovertidas cuando cambian la entonación de sus voces a menudo durante una conversación. Las variaciones en la entonación pueden servir también para ceder la palabra. En general, una entonación que sube es evaluada posi-tivamente (es decir, como alegría); una entonación que decae, negativamente (como triste-za); una nota fija, como neutral. Muchas veces la entonación que se da a las palabras es más importante que el mensaje verbal que se quiere transmitir.
La fluidez: Las vacilaciones, falsos comienzos y repeticiones son bastante normales en las conversaciones diarias. Sin embargo, las perturbaciones excesivas del habla pueden causar una impresión de inseguridad, incompetencia, poco interés o ansiedad. Demasiados períodos de silencio podrían interpretarse negativamente, especialmente como ansiedad, enfado o incluso, una señal de desprecio. Expresiones con un exceso de palabras de relleno durante las pausas ( por ejemplo, "ya sabes", "bueno") o sonidos como "ah" y "eh" provocan percep-ciones de ansiedad o aburrimiento. Otro tipo de perturbación incluye repeticiones, tartamu-deos, pronunciaciones erróneas, omisiones y palabras sin sentido.
La claridad: La claridad a la hora de hablar es importante. Si se habla arrastrando las pala-bras, a borbotones, con un acento o vocalización excesivos, uno se puede hacer más pesado a los demás.
La velocidad: Hablar lentamente puede hacer que los demás se impacienten o se aburran. Por el contrario, si se hace con demasiada rapidez, uno puede no ser entendido.
El tiempo de habla: Este elemento se refiere al tiempo que se mantiene hablando el indivi-duo. El tiempo de conversación de una persona puede ser problemático por ambos extremos, es decir, tanto si apenas habla como si habla demasiado. Lo más adecuado es un
intercambio recíproco de información.
COMPONENTES VERBALES
El contenido: El hablar se emplea para una variedad de propósitos como, por ejemplo, co-municar ideas, describir sentimientos, razonar y argumentar. Las palabras empleadas de-penderán de la situación en que se encuentre una persona, su papel en esa situación y lo que está intentando lograr. El tema o contenido del habla puede variar en gran medida. Pue-de ser íntimo o impersonal, sencillo o abstracto, informal o técnico. Algunos elementos ver-bales que se han encontrado importantes en la conducta socialmente habilidosa han sido, por ejemplo, las expresiones de atención personal, los comentarios positivos, el hacer pre-guntas, los refuerzos verbales, el empleo del humor, la variedad de los temas, las expresio-nes en primera persona, etc.
HABILIDADES SOCIALES II
"Dentro del alcance humano, no hay nada más precioso que el amor"
Las habilidades sociales son aquella conductas aprendidas que ponemos en juego en situa-ciones interpersonales para obtener o mantener un ambiente determinado.
CONDUCTAS APRENDIDAS: No somos de una determinada manera, porque nacemos así y ya está. Tenemos la posibilidad de aprender nuevas conductas y desaprender otras que nos obstaculizan.
HABILIDADES DE COMUNICACION: Las ponen en juego las personas para un fin determina-do, como interrelacionarse, lograr un buen ambiente. Nos comunicamos con los demás para obtener cosas que no teníamos o para mantener una relación que nos resulta agradable, satisfactoria.
El sistema de comunicación nos convierte, simultáneamente, en emisores y receptores. Las relaciones sociales tienen un valor reforzante para la mayoría de las personas.
Una pequeña charla puede ser suficiente para que el próximo encuentro tenga ya un sentido más especial. No se puede rechazar a una persona sin más. Porque podemos sorprendernos a nosotros mismos cuando nos damos la oportunidad de hablar con esa persona estúpida que se pasó toda la comida contando chistes sin gracia.
En esos primeros momentos parecen esenciales las llamadas HABILIDADES DE ELOGIO O ASERTIVIDAD DE ELOGIO. Esta habilidad es la capacidad de la persona por dirigir al otro, de forma expresiva y sincera, una alabanza o cumplido.
Con una actitud abierta ante los demás nos permitimos descubrir algo válido del otro y en-tonces llega nuestro turno, el de demostrar sin falso orgullo o envidia que apreciamos lo que el otro dice, piensa o siente. Con este tipo de habilidades no sólo conseguimos establecer una conversación agradable, sino que aumentamos la posibilidad de que la persona nos bus-que en ocasiones futuras para fortalecer esta relación.
Para que la HABILIDAD DE ELOGIO SEA EFICAZ, hemos de esforzarnos en observar la con-ducta del otro y elegir el momento adecuado para que el cumplido no se convierta en algo automatizado o sin sentido. Por ejemplo: Mi hija (Almudena)es muy desordenada, !pero mu-cho¡, su cuarto parece un corral, entonces quiero aumentar la frecuencia de una conducta
positiva -que arregle su cuarto-, es una conducta que a mi me parece normal pero que para ella es bastante difícil. Aquí debo ser generosa, porque comprendo que para ella es muy difícil, entonces cada vez que arregla su cuarto le digo con una amplia sonrisa !Pero que buena que eres¡. (no me estoy refiriendo a su bondad sino a lo bien que lo está haciendo, a lo estupenda que es porque lo ha hecho francamente bien. Entonces el contexto es indicado, porque me estoy refiriendo a la conducta que acaba de ejecutar y ella lo entiende perfecta-mente que el decirle !que buena que eres¡ es debido a que lo ha hecho muy bien.
Todos alguna vez vamos a acontecimientos sociales (bodas, bautizos, cumpleaños, cursillos, reuniones trabajo....), allí nos vemos sometidos a la tarea de ser presentados a mucha gente desconocida. Recordar el nombre de todos ellos resulta imposible. Pero si es importante memorizar el nombre de aquellos con los que tenemos que compartir un ámbito más reduci-do,( por ej: nos tenemos que sentar juntos a la mesa),ya que podremos utilizarlo a la hora de iniciar una conversación y tiene un efecto muy gratificante sobre nuestro interlocutor.Si utilizamos el nombre del otro correctamente nuestro interlocutor se sentirá esencial en la conversación o, por lo menos, alabará nuestra buena memoria.
Los ELOGIOS QUE TIENEN UNA ARGUMENTACION también son MAS EFECTIVOS. ej: en un niño puede ser suficiente un “muy bien”, dicho con sinceridad, pero con un adulto necesita-mos argumentar un poca más la alabanza. Un “eres fantastico” es más efectivo que el tipico “ya te lo decía yo”.
Ser sincero, decir lo que se piensa o se siente, no significa necesariamente incidir siempre en lo malo o lo negativo.
....ADEMÁS DEL ELOGIO HAY UNAS PAUTAS A SEGUIR:
1.-
ESCUCHAR Y ESCUCHAR BIEN
Al escuchar te conviertes en una persona disponible, en alguien digno de confianza para el otro. Tu interlocutor se sentirá aceptado y buscará con frecuencia tu compañía, porque para todos resulta muy gratificante el sentir que nuestras cosas también son importantes para los demás y, sobre todo al escuchar aumenta la probabilidad de que tú también seas escuchado. Todo tu cuerpo se convierte entonces en una GRAN ANTENA. Tú mirada, tú expresión facial, tú tono de voz, pueden ser utilizados para demostrar que estas atento e interesado en lo que te cuentan. También algunas expresiones verbales. Por ejemplo: asentir con
la cabeza cuando estas escuchando (si fuera por teléfono: decir si), servirán de indicadores de que estás prestándole atención.
Cuando deseamos INICIAR UNA CONVERSACION con otra persona, hemos de tener en cuenta aquellos temas por los que nuestro interlocutor muestra interés, bien porque le agra-dan o porque esté preocupado por ellos. Puede ser una buena forma de conocer al otro y de demostrarle que compartimos su interés.
2.-
DESARROLLAR LA EMPATIA (es ponerse en el lugar del otro -afectos, sentimientos-)
Si escuchar es imprescindible a la hora de comunicarnos, “escuchar los sentimientos” ES ESENCIAL a la hora de profundizar en la relación. Ponerse en el lugar del otro nos ayuda a entenderle mejor, le ayudará a sentirse escuchado y dará pie para hablar también de tus cosas, de tus sentimientos. El lenguaje no verbal (es el del cuerpo: gestos, miradas, postu-ra...), así como distintas expresiones:”Puedo entender lo que sientes”, “Me hago cargo de la situación”. Son de gran ayuda. Evita en estos momentos cualquier comentario que intente pasar por alto estos sentimientos o quitarles importancia, así como dar soluciones prematu-ras o consejos que te convierten en un experto, pero que te impiden sentir con el otro.
3.-
HACER PREGUNTAS
Las típicas preguntas de: ¿Cómo estas?....¿A qué te dedicas?, pueden ser suficientes para iniciar una conversación y a medida que esta va avanzando en un determinado tema pode-mos ir cerrando las preguntas para obtener información más especifica. LAS PREGUNTAS CUANTO MAS ABIERTAS .....MEJOR. Si a un niño, que aún no ha desarrollado la habilidad de comunicación, le hacemos una pregunta cuya respuesta tiene dos alternativas. Ej: si ó no; blanco ó negro. Nos encontramos ante una conversación de preguntas y monosilabos. Lo mismo nos puede ocurrir con adultos que acabamos de conocer.
4.-
HABLAR DE UNO MISMO
No se trata de contar nuestra biografía, sino de saber utilizar la situación para expresar nuestras ideas o sentimientos, sobre todo aquellos que nos permitan conectar con el otro y demostrarle que le estamos escuchando y le entendemos.
No podemos olvidar que también nosotros podemos intervenir en las situaciones que que-remos vivir y preparar personalmente UN PROXIMO ENCUENTRO, si consideramos que mere-cen la pena.