Este es un caso muy interesante con el que me tope, de una niña que fue descubierta en los años 70 en E.E.U.U. tras haber vivido casi toda su vida en casi total aislamiento social, lo que la llevo a desarrollar comportamientos algo similares a los de los animales y que le termino impidiendo, incluso a sus mas de 50 años, desarrollar la habilidad para hablar correctamente.
Me pareció muy fascinante, porque demuestra cuan importante es al menos un mínimo contacto social para el desarrollo de ciertas partes del cerebro humano, ya que la manera en que vivió sus primeros años la afecto por el resto de su vida, impidiéndole funcionar como un ser humano normal.
Somos seres sociales, desde que éramos monos. Está claro que la falta de relaciones sociales de ningún tipo nos afecta negativamente a nivel cerebral, a temprana edad todavía más. Esta chica es un ejemplo vivo.