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De este nuevo fotógrafo, no voy a poner ninguna fotografía, pero quiero hablar de él aunque sea por ahuyentar la angustia que me ha producido conocerlo.
Vive en Madrid, desde hace varias decadas, practica el ayuno, de hecho en sus fotos parece casi de un esqueleto, se somete a extenuantes ejercicios físicos, se autolesiona, causándose quemaduras, pinchazos, heridas y llagas.
Tras someterse a estas prácticas, en total soledad ya que vive de esa forma impidiendo cualquier contacto humano desde hace unos 20 años, se fotografía.
Es licenciado en Bellas Artes y en Francia conocido por publicarse varios libros suyos y algunos ensayos sobre su obra.
Fue diagnosticado de esquizofrenia a los 17 años, es un enfermo, por lo tanto se añade más desvalimiento a esa experiencia.
Me ha perturbado enormemente conocerlo ya que al hacerme espectadora de su personal infierno de locura y tortura voluntaria me hace responsable a mi al igual que a todos los demás que miran sus fotos pero nadie mueve un dedo para ayudarlo, aún en contra de su voluntad en nombre del arte. La fotografía tiene precisamente tanta fuerza por ser el arte más desnudo, el que de forma más contundente refleja la realidad, pero ¿Hasta donde puede cada uno admitir el horror?
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