Hola, como usted a mí me ha ocurrido algo muy similar durante muchos años, y desde siempre, desde que tengo conciencia y recuerdos de mí mismo (3 o 4 años). Desde ese momento he temido todo lo que fuera relacionarse con otras personas. Siempre creía que había algo malo en los demás, algo que iba en contra mía y de lo cual yo me encontraba aparte. Este pensamiento supongo que lo saqué de observar mis fracasos continuos en cuanto a jugar con otros o participar en sus actividades. Quizá yo mismo exageraba demasiado, hoy día es lo que creo. Creo que en cierto modo me autoexigía demasiado para esa edad tan tierna...
Empecé a ver también las cosas muy negativamente, siempre me centraba en lo más negativo y era incapaz de considerar lo positivo como cierto, de ver el mundo como una serie infinita de posibilidades donde cada instante supone una nueva oportunidad. Por el contrario, lo negativo salía siempre a relucir en mi cabeza, y si no yo me lo inventaba, haciendo una generalización universal fruto del miedo. Dejé completamente atrás mi desarrollo personal, inhibiéndolo con pensamientos negativos, viendo en todas partes una amenaza como un filo de cuchillo. Mi vida llegó a convertirse muy pronto en una pesadilla ficticia que mi cerebro creaba, yo no sé por qué. No sabía cómo hacer las cosas nuevas que la propia vida ponía ante los ojos, cómo hablar con las personas, como ser uno más, como darle originalidad a la vida, como seguir mis propios impulsos... mi niñez y adolescencia fue una represión fruto de ese miedo, de esa pesadilla que mi cerebro fabricó, perjudicándose a si mismo. Hasta lo más natural y sano se convirtió en algo horrible y digno de temor.
Quizá esto les ha pasado también a ustedes. Quizá también han intentado siempre dar una explicación a lo que les ocurría. Hace como 6 años yo empecé a leer libros como un diablo, y desde entonces no he parado. AL principio creía hallar en estos libros nada más que diferentes explicaciones de la maldad del mundo (tan obsesionado estaba con el tema). Prácticamente vivía en lotro mundo. Al principio los libros no supusieron más que una rumiación de mis propios pensamientos, a los que iba alimentando. El caso es que tras muchos años creo que los libros me han servido muchísimo para entender el mundo y ver lo absurdo de mi propia cabeza. Porque con el tiempo he ido comprendiéndolos no solo asimilandolos para mi propia rumiación absurda. Pero durante todo ese tiempo he sido incapaz de vivir mi vida independientemente, con libertad. Siempre trataba de buscar algo en los libros que fuera definitivo, una especie de verdad que me permitiera salir del pozo. No me daba cuenta de que tenía una vida estupenda que estaba tirando a la basura. Y hasta tenía amigos, con los que siempre me he comportado con arrogancia y laconismo, como una bestia enjaulada. Prefiero no recordarlo más, aunque no pueda recordar otra cosa...
El caso es que mi error fue de tipo cognitivo. Podría haber tenido una actitud y una visión mental abierta hacia el mundo, pero mi mente estuvo cerrada salvo para maquinaciones absurdas y ridículas. Podría haberme interesado por los demás, haber dado más importancia a la amistad, al amor, a la novedad, a aprender sobre el mundo de verdad, con la experiencia natural de cada día, que no a alimentar ese miedo que padecía contra los demás, contra el mundo en general, contra lo nuevo. Si a ustedes les ocurre algo parecido no se preocupen porque la cosa tiene cura. Solo tienen que abrir sus mentes. Hacer cosas nuevas. Confiar en uno mismo para poder preocuparse por otros y tener una actitud sana hacia ellos. Yo considero que me he autotorturado mucho tiempo, que he perdido miles de oportunidades y que ahora estoy bastante solo, sin tener vínculos fuertes con casi nadie. Pero ahora me he dado cuenta de la raíz de mi problema, que todo era falso, una ilusión, una ficción. Y veo tan absurdo mi pasado... Sin embargo, creo que a pesar de haber tirado el tiempo a la basura creo que tengo actualmente mucho que ofrecer a los demás, y cada día procuro curarme de esta mierda y abrir más mi mente.
Disculpen el grosor del mensaje (no puedo menos que disculparme...).