luia

Este post viene a raíz de ciertos comentarios en el foro y de muchos que he leído durante los meses que llevo en este sitio. Quizás es porque no me de la cabeza para entender lo que sienten otras personas o no puedo estar en su situación, pero me resultan incompresible y hasta chocante que una persona pueda tener tanta envidia hacia los demás o tanto odio hacia la “sociedad”. Realmente no lo entiendo. Muchos dirán que le pasa a esta tarada que viene a decir esto.

Yo también he sufrido maltrato por parte de otras personas y conozco perfectamente el mundo del tímido o el fóbico (la depresión, la ansiedad extrema, el aislamiento, la desmotivación, la soledad, el sentirse rechazado, el pánico a los demás, ataques de pánico, las ganas de que todo termine, el sentirse observado constantemente en fiestas o reuniones, el pensar que otros me están criticando y miles etcéteras más). Pero a pesar de haber sufrido mucho y de ser maltratada por otras personas, especialmente cuando era chica, no siento un odio desmesurado o una envidia desmedida hacia el resto del mundo o los demás Quizás alguien tenga la explicación que yo no encuentro.

Si justifico y entiendo ese dolor intenso o resentimiento en casos realmente graves o situaciones extremas, como que maten a un familiar o seas víctima de una violación o de una tortura o lo que tuvieron que padecer las víctimas del nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Hay casos que son tan aberrantes que justifican cualquier sentimiento y quizás reacción. Ahí si puedo entender totalmente esa rabia hacia los demás y querer que desaparezcan todos. De hecho, creo que yo también la tendría. Pero este es otro caso y situación totalmente diferente a la planteada. Así que prefiero no desviarme del tema.

Saludos,
luia

NARGONA

hola, hoy voy a dar un gran paso, ya que he llegado a la conclusión de que necesito ser aceptada.
Respecto a la envidia.., a veces creo que lo que siento es envidia, envidia de la autoestima de los demas, y como no lo consiguo, les odio, a todos en general. Pero solo dices que les odias porque parece mejor odiar a alguien, que sentir envidia de él. Sentir envidia es rebajarte aun mas, si cabe. Porque una está por lo suelos.
Un saludo.
P.D. Espero poder resurgir de las profundidades, no como el ave fenix..., con vuestra ayuda, ya que los psicologos de mi compañia de seguros no pueden atenderme hasta septiembre.

Lariem

Creo que me sucede como a Luia,igualitito.
El hecho de que vea distorsionada las relaciones,no significa que odie el mundo.

Lariem

Aunque tengo que reconocer que un poco de envidia,si que siento:
Si no fuese por este "problemilla",podria haber hecho algunas cosas mas que ciertas personas con menos capacidad.
Pero bueno,jamas sere la misma persona,pero no voy a ser una "amargada".

Rumplestiltskin

Yo lo que no entiendo es por qué se mezclan siempre estos dos sentimientos o emociones: la envidia y el odio. Siempre que sale la primera, parece que tiene que aparecer necesariamente la segunda, cuando en realidad no tiene por qué ser así.

Yo puedo envidiar hasta el extremo lo bien que le va la vida a un amigo mío y, al mismo tiempo, desear que las cosas le vayan lo mejor posible. Porque me cae bien, porque es mi amigo. Mi amigo (imaginario) se ha ligado a una tía que está muy buena. A mí me encantaría haberme enrollado con ella, pero era y soy consciente de que es algo imposible. Siento muchísima envidia de él, pero me alegro de que pueda disfrutar de la compañía de esa mujer inalcanzable para mí. Lo envidio. Mucho. No lo odio. ¿Por qué debería hacerlo?

El odio al mundo del que a veces se habla por aquí lo considero más bien injustificado. A mí no me gustan algunos de los valores que predominan en la sociedad, pero no tengo nada en contra de los individuos que la forman. La mayoría de la gente son buenas personas.

Sí que los envidio, sin embargo. A casi todos. Porque ellos tienen cosas que yo no tengo. No unas cosas cualesquiera, sino cosas imprescindibles para conseguir una mínima calidad de vida. Por si fuera poco, yo tengo un montón de cosas desagradables que ellos no tienen: (la depresión, la ansiedad extrema, el aislamiento, la desmotivación, la soledad, el sentirse rechazado, el pánico a los demás, ataques de pánico, las ganas de que todo termine, el sentirse observado constantemente en fiestas o reuniones, el pensar que otros me están criticando y miles etcéteras más).

Me parece lógico que los envidie. No creo que deba sentirme mal por ello. Hay casos en los que los actos de envidiar y compararse con los demás están más que justificados, casi surgen sin que uno lo pueda evitar. Ya lo dije en este símil sin mucho sentido: http://www.fobiasocial.net/postlite1530 ... iones.html

Si en la vida todo te va perfecto, pero en lugar de un 206 preferirías tener un Mercedes, lo cual hace que vayas todo el día cagándote en todo propietario del segundo que ves, eres un enfermo de envidia.

Si no tienes nada y lo que tienes en exclusiva es sólo mierda, es normal que quieras ser como los demás. Es normal que quieras ser normal, sin que ello suponga odiar a todos aquellos que ya lo son.

No entiendo por qué el odio (injustificado) tiene que ser algo más bajo que la envidia (justificada). De hecho, la envidia injustificada sigue pareciéndome bastante mejor que el odio injustificado. Si no mejor, sí más racional.

natana

A mi también me han sorprendido a veces ciertas intervenciones que destilan una amargura extrema. Aunque no creo ser una persona ingenua, tampoco comparto esas visiones tan apocalípticas de la sociedad y de las relaciones humanas.

Ahora bien, pienso que puedo distinguir entre la envidia y el odio. Quizá sólo sea una debilidad mía, pero entiendo que cuando se vive en una situación que no te permite desarrollar una vida normal, hacer las cosas que desearías, conseguir las metas que te planteas, es muy difícil no compararse con otras personas que, a tu alrededor, han llegado a muchos sitios a donde querrías llegar. Yo también he caído en esa actitud muchas veces. No me enorgullezco de ella, por supuesto, pero me parece muy humana y realmente difícil de esquivar. Las preguntas: "¿por qué yo no?", "¿es que no lo merezco?", "¿en que sentido soy peor que él/ella?" están ahí, aunque sean preguntas equivocadas que no permiten avanzar.

En cambio, cuando hablamos del odio ya me resulta más difícil identificarme y también me parece, como a Luia, poco justificable. No somos los únicos que sufrimos. Si empezáramos a hacer la lista de desastres de nuestro planeta se nos acabaría el límite de posts para meses enteros. Hambre, guerras, desastres naturales, enfermedades... el mundo está lleno de sufrimiento, es nuestra realidad. Puedo comprender el resentimiento que genera haber luchado durante años contra un problema que se resiste, que no quiere dejarnos en paz, pero el odio es una emoción peligrosa, que acaba dañando al mismo que lo siente. Y nos impide ver que también hay mucha belleza, bondad y otras realidades hermosas que tal vez pasan más desapercibidas pero también están ahí.

De todas formas, no todos estamos en la misma situación. Tal vez si yo me sintiera a mis 40 años en la misma cárcel interior que a los 16 es posible que toda esa vida no vivida se hubiera ido pudriendo en mi interior y hubiera generado ese odio que ahora me aflige un poco cuando lo leo en los demás. Es muy difícil juzgar la biografía de otros desde nuestro propio escalón vital. A propósito de esto voy a hacer una confesión, algo que no he contado jamás a nadie porque me avergonzaba y que, aún ahora, me produce escalofríos cuando miro hacia atrás. Cuando tenía unos 16 años, sobrevivía entre las discusiones de mis padres, me sentía rechazada por ellos y soportaba el bullying en la escuela, recuerdo haber pensado más de una vez, en plena desesperación, que entendía muy bien a las personas que un día tomaban un arma, salían a la calle y disparaban contra cualquiera que se pusiera por delante. Es más, sentía que cuanto más indefensa fuera la víctima más me sentiría, digamos, vengada, justificada, por toda la violencia injusta que yo había tenido que soportar. Ciertamente es escalofriante, y me pregunto como pude llegar a sentir algo así. Pero es la consecuencia de la situación sin salida que vivía en ese momento. Tal vez las personas que escriben mensajes tan duros se sientan como yo me sentía entonces. Ahora, también pienso que permanecer en ese punto es muy, muy peligroso, porque tengo la sensación de que tiene que haber un límite de no retorno, y traspasar ese límite es, a mi parecer, el fin de la libertad.

Saludos a todos.

Kefka_Palazzo

Te comprendo, y entiendo a las personas que hacen eso...
Pero de ninguna manera justifico sus acciones.

La mejor venganza es demostrarle a nuestros agresores que somos invencibles (y perdonarlos, si podemos).
De impartir justicia se encarga el tiempo...

JoePesci

No he detectado un aumento de odio/envidia en los usuarios respecto a la sociedad. Será que me estoy haciendo viejo...

Salute.

Introspectivo

No sé exactamente a lo que apunta la autora del tema cuando enfatiza el sentimiento de "odio" y su relación con la "envidia", no obstante trataré de intuir a donde quiere llegar.

Por estos lares han discurrido (en ambos sentidos) muchos personajes, y aunque es cierto que un significativo número de ellos se han mostrado beligerantes con la sociedad, tampoco es una actitud condenable, según mi punto de vista.

Por mi parte, aborrezco a la sociedad sin que ello signifique que la odie y mucho menos que envidie algún status social. No creo que sea el único que piensa de esta manera, ni en este foro ni en el mundo real, detestar la sociedad actual no es exclusivo de fóbicos sociales o marginados sociales. Es suficiente con un poco de reflexión crítica acerca de los valores imperantes, sólo eso, no todo el rechazo de esta sociedad viene producido por el resentimiento y los deseos de venganza que en el fondo son volubles y pasajeros.

Si quieres profundizar en los motivos de porqué algunos sienten aversión por nuestra realidad social, trata de ahondar más allá de cuestiones pueriles como el odio y la envidia.

Nihilista

¡Ya estamos!, el odio es algo malo. ¿Por qué?, porque sí y punto. Pues me niego a admitir esta simplificación absurda. El odio es un sentimiento tan natural como cualquier otro y reprimirlo me parece un error mayúsculo.

Cuando uno muestra su aversión a la gente, intenta reflejar su forma de ser. Cada cual es hijo de sus vivencias y de las condiciones que le han tocado en suerte o en desgracia. No hay porque ser complaciente con lo que no te gusta y con lo que tanto te molesta. Siempre que el odio no te impida realizarte tú mismo, no le veo la maldad ni lo perverso.

Entiendo que el odio es una fuerza que te motiva, haciéndote sumar una energía que bien utilizada puede servirte para hacer múltiples acciones de diversa índole. Es un sentimiento poderoso que forma parte de nosotros, no podemos evitarlo (aunque claro que se puede luchar por reprimirlo).

Nos quejamos de no recibir amor, pero nos negamos a expresar odio. Así no vamos a ningún lado, porque los sentimientos más primarios no los experimentamos. Sacar el odio es positivo, o por lo menos tan negativo como mostrar amor.

Otro tema es la envidia que me parece funesto por la razón de derivar no de tus ideas y tu experiencia, sino que se basa en el sentimiento de inferioridad y de negación del valor que cada cual posee.