Lo que sí hace mucho bien a una persona, tenga lo que crea tener, es levantarse temprano y desayunar fuerte. Últimamente estoy probando a levantarme a las 7 todos los días, hasta los domingos, aunque se suponga que no tenga nada especial que hacer, y aunque el sonido del despertador en ese plácido instante sea una patada chucknorriana en los huevos, el tener energías gracias a lo desayunado sienta de **** madre. No sólo el sentirte con energías, sino la sensación de tener todo un día por delante que aprovechar.