¡Que tremenda desgracia!
Esas aceitunas verdes, enormes, con su hueso, todo un pasatiempo. Las picantes, que te ponen la cara roja como si estuvieses ruborizado, son tambien una delicia. Por no hablar de las negras, para mí recién descubiertas, tienen un sabor tan especial que estaría toda una tarde comiendo y comiendo (de hecho me comí una lata grandecita sólo para mí la semana pasada)
Pues lo siento, ya te podia haber tocado una alergia al pescado... aunque, pensandolo bien, ese salmón ahumado, esos calamares, esas gulas, ese marisco, esa merluza... En fin, es lo que hay...
Precisamente hoy he estado a punto de comprarme un puñado de ellas. ¡Lastima que al final no lo hice! Y luego me poneis este post... mira que es mala leche...
PD: El que se ahogue con un hueso (o carozo...
¿de donde es esa denominacion?) no vive para contarlo. O eso creo yo. Sé de algun caso no cercano y salió con los pies por delante.