Creo que te encontraste con emociones que guardas en "el lado oscuro de tu cerebro", que tenías completamente olvidadas, y en ese momento en que abriste la puerta y salieron a la luz, las dejaste fluir, te permitiste llorar por algo que en su momento quizás no habías liberado.
Tuviste que interrumpir el momento por el curro, y ahora es normal que luego de ver el estado emocional que despertaste con eso que escribiste, tengas miedo.
Es como si para protegernos decidieramos ignorar las cosas y seguir de largo, para no enfrentarnos a nuestros dolores/miedos más profundos.
El escribirlos/hablarlos es una buena terapia para desahogarse. Y si los enfrentas luego pues mucho mejor, pues es un método para hacer las paces con nosotros mismos o nuestras experiencias.
A mi me sucede, cuando estoy depre y escribo poesias o en mi diario, al pasar el tiempo, cuando leo de vuelta lo que necesitaba sacar de mí, todos los sentimientos que me hicieron escribir eso salen a flote, y si estoy de buen humor pueden hundirme nuevamente... en esos momentos prefiero ni leer mis cosas