Ya no tengo ansiedad, practicamente no tengo miedo a nada social ahora, pero veo que me he convertido en un inadaptado, asocial y quizá hasta desagradable según en que situaciones me encuentre.
A veces, hay que saber cerrar el hocico, me dijo mi padre, y es cierto. Simple y efectiva sabiduría. Parece que tantos años de represión me han dejado secuelas, y no tengo tanto tacto como creo. Cualquier cosa que me parece mal, cualquier mínima injusticia me hace explotar y siento la necesidad de enfrentarme, de no dejar pasar absolutamente nada. Aunque se contenerme y expresar todo con propiedad, veo que me falta un camino largo, pero a veces me parecen tontas tantas reglas, tanto protocolo, cuando lo que quiero decir se puede expresar de forma directa. No sé...a ver que mierda pasa, porque siempre termino arrepintiendome, viéndome como debio verme la otra persona, y no me gusta lo que veo.