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Iniciado por LOU SPIN
Ay Wiholi, te admiro, si yo pasara tanto tiempo como tú rodeado de críos seguramente me tendrían que haber ingresado ya en el frenopático. Y es que cada vez me irritan más esos bichos, no es que me sienta nada orgulloso de ello, pero es que como bien sabes, estas cosas no se eligen. Ya me veo en el futuro como una de esas brujas de las pelis con escoba, gato negro, verruga tamaño XXL y que pegan un bufido cada vez que ven pasar un infante. En el fondo el problema es más mío que de esos "locos bajitos" que diría Serrat. Los niños no están tan encorsetados por lo políticamente correcto como nosotros los adultos, no suelen mentir (salvo que puedan ser castigados por alguna trastada, claro), y en general les trae al pairo todo tipo de formalismo.
Eso no es del todo malo, mas es esa propia idiosincrasia la que provoca a menudo ciertas situaciones comprometidas para un fóbico cuando hay mocosos por el medio.
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Pues has dado en el clavo sobre lo que has dicho de ellos. No son como los adultos con perjuicios, superficialidad...son puros como los animales. Es cierto que hacen cosas malas pero no es con la maldad como lo haría un adulto o por lo menos yo no lo he percibido así. También es cierto lo que dices, dependiendo de tu fobia social y de tu personalidad puede ser una situación muy mala. Yo he hecho cosas que no haría en otros lados, he cantado, bailado, dado afecto, besos...pero porque ellos no te juzgan, no se ríen, te admiran, te quieren, te imitan.
Yo cuando entre a la carrera, tenía ese miedo por la fobia social y porque no elegí mi carrera por vocación. El primer día quieres huir corriendo a casa, pero cuando te dan ese cariño te vas acostumbrando y te hacen sentir mejor. Los profesores en este centro han sido como una familia en la que confiar aunque alguno sea un demonio, pero no todos.
Como tu bien has dicho somos nosotros mismos pero también el entorno el que influye en la fobia social.
Te voy a contar otra cosa que me paso para que veas situaciones que en otro caso me hundirían. Hablando con mi tutora, esto nunca me había pasado no pude pronunciar bien una palabra, así hasta cuatro veces, la palabra era contactar y yo decía contata, contasta, contagta... En vez de reírse, me dijo que no me preocupase que era normal porque estábamos todo el día subiendo y bajando escaleras de unas clases a otras.
Una vez al sentarme se me vio la ropa interior, un niño me lo dijo y en vez de morirme de vergüenza, me reí y cuando se le vio a él le armaba yo.
Un niño falto a un ensayo de la actuación de navidad, pues la profesora dijo que hiciese yo su parte. Con unos 30 niños, más dos profesoras mirando yo interpretando, ni sudor, ni quedarme en blanco, ni nada.
Hoy, han venido unos disfrazados de reyes, yo me he atrevido a ir a donde están con un niño y ponerme a hablar con estos. En otro momento hubiese corrido.
Pero no tod@s pueden hacer estas cosas, yo tengo capacidad de adaptación de forma rápida o eso me dicen siempre. También suerte de que reciba cariño...no se la verdad porque puedo hacer eso y otros no.