Cuando me dijeron que no estaba admitida, me sentí mal, no sabía que hacer. Después de hablar con mi padre y ver que no le importaba, me sentí feliz.
Ahora que resulta que sí que me han admitido, me hundo en mi miseria, todo lo que tenía que haber asimilado en el verano, los planes que había echo para el próximo año, todo a la basura. No estoy preparada, ir a un lugar desconocido, con gente desconocida a hacer el ridículo porque ni si quiera sé a donde voy, ni en que clase ni el horario ni nada. Ahora me muero de miedo y de angustia, 5 días para hacerme a lo qe no he echo en todo el verano...
Qué vueltas da la vida.
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