El jueves pasado se cumplieron tres años del día en que experimenté la felicidad como jamás había vivido, tanto así que esa sensación de plenitud hasta llegó a asustarme momentáneamente. Había logrado lo que más quería; aquello por lo que me esforcé durante mucho tiempo finalmente se concretó ese día. Sin embargo como ese día fue domingo hace tres años atrás, es hoy cuando más lo he recordado. (Aclaro de inmediato que esto no es una vivencia de tipo sexual, pero si trata sobre una mujer).
Jamás creí que después de ese día que auguraba grandes cosas para mi, fuera el comienzo de meses de una tristeza inconsolable y agobiante de la cual todavía no puedo recuperarme ni superarla no obstante que sus efectos ya no tienen la misma intensidad que cuando recién sobrevino. Mis pensamientos giran en torno a ese momento, a lo que pudo ser y sin embargo nunca llegó, a pesar que nada hacía presagiar que toda la situación favorable que tenía, aquella por la que me esforcé tanto y fui prácticamente un tipo perfecto tomaría un rumbo indeseado de la noche a la mañana. No hay día en que no piense en todo aquello que no pude tener.
Tristemente no hice nada malo que justifique mi falla al no conseguir lo que tanto anhelaba. El único consuelo que tenía se fue por la borda cuando supe que todo aquello que se me negó, al poco tiempo le fue dado a otra persona y con creces, lo que me dejó totalmente confundido e intentado buscar las causas de mi fallo, del por qué hubo otro que era más digno que yo de tal merecimiento, y la única explicación que asoma es que soy un fraude como persona, pues a pesar que lo intenté, que de verdad lo intenté, fue lo mejor que pude hacer aún así fracasé.
Nunca en estos tres años había recordado esta "efeméride" personal, pero el hecho de hacer esta pseudo conmemoración tres años después de lo ocurrido es una prueba irrefutable que en nada he podido avanzar, aún vivo de lo que pudo ser en 2010 y nada me hace creer que esto pueda cambiar de aquí en adelante ni a corto ni a largo plazo. Y a pesar que no me gusta la música, la estrofa de una canción ilustra tan bien mi actual momento respecto de lo que cuento: "Tú eres alguien más, yo sigo exactamente aquí".
Como no suelo contar cosas tristes, me tomé el privilegio de descargarme solamente por hoy, así que no se asusten que ya no verán de mi parte al menos tantas letras negativas.
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