Cuando era pequeña, tendría unos 7 u 8 años, mi maestra me hacía bulliyng. Cada rato me recordaba todo lo burra, tonta y pasmada que era. Además se enojaba más porque no hablaba y prácticamente no me relacionaba con nadie.
A partir de ese momento mi autoestima se fue en picada, creando lo que ahora soy, una marginada social, insegura, sin autoestima y depresiva.
Nunca le decía a mis padres todo lo que me hacía porque, según ella, le caían mal las personas "topos", haciéndome la vida imposible, además le tenía miedo.
¡Cuántas cosas hubieran cambiado si yo hubiera hablado, tal vez no ahora estarían leyendo esto!