¡Noo! Se tiraron El Dorado: quedó horrendo, vomitivo. Sí, seguramente durará bastante tiempo, es más grande, no fue tan costoso de construir, eso y mil razones más de ingeniería civil, rentabilidad administrativa, proyección de competitividad, de arquitectura mercantilizada, todo lo que quieran argumentar, pero no quita que está asqueroso, falso, superficial, diseñado para yuppies de mierda. ¿Dónde quedó el túnel que daba al centro de la vieja terminal? ¿El pozo de luz en la mitad? ¿Las esquinas y líneas cortantes del edificio central, sostenido bajo las suaves curvas de las primeras plataformas? ¿Dónde? ¡¿Dónde?! No hay nada, desapareció, lo desaparecieron, ¡ellos! Sí, ellos, se dieron a la tarea de la transformación, del desarrollo; ¿es que son tan inconmovibles frente las estructuras y lo que representan, edificaciones que se arrastran con orgullo de seres cansados pero libres? ¿Nadie, ni un solo ser, deambulo por última vez por ese túnel -¡ah! Ese túnel...- y pensó en tirar todo al carajo y convertirse en el mayor reaccionario de todos los tiempos? No, no se puede: se es esclavo de vivir de ese nombre, en nombre del progreso. (¿En nombre del progreso? ¿Qué significa eso? ¡A la mierda con el progreso y su estúpida frase de cajón! Yo creo que esa absurda justificación ha causado más tragedias y desgracias que cualquier otro delirio)
PD: Sí, soy un conservador, ¿y qué? Cualquier "progresista" no es más que un vulgar anti-natura, por eso es necesario, sino volver a la nada, perpetuar el estado de las cosas, cierto estado de las cosas.
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