Acabo de librar la más cruenta, sanguinaria, atroz y espantosa lucha de este siglo contra...una cucaracha.
Era enorme la hija de ****, que hasta pensaba que era un saltamontes.
Perdón, yo sé que hay muchos que aman a los insectos, pero es que no
puedo dormir pensando en esa cosa peluda, viscosa, sucia y con antenas
tan cerca de mi... creo que eso significa que si no me gusta lo peludo, sucio
y viscoso, no me casaré...