Ayer me llamó una trabajadora social de la asociación de personas con trastorno de personalidad a la que dejé de ir hace meses "para hablar", según ella. Yo Sospechaba que me trataba de volver a captar como socio, pero al informarle durante la entrevista de mis sospechas ella lo negó. Es más, la sesión fue gratis. Me preguntó sobre como iba mi vida y que tal llevaba mi depresión. Me emplazó a llamarla cuando yo quisiera para otra charla, totalmente gratis también. Yo me negué a volver y dijo que entonces me llamaría "un día de estos para otra charla".
Durante un momento me pareció que me encontraba ante un acto de pura bondad, pero había algo que no me olía bien. En un momento de la charla se puso a hablarme de los otros afiliados de la asociación y me hablo de "
Una chica rubia nueva que se parece mucho a ti. Seguro que os llevaríais muy bien."
La tía estaba lanzándome el cebo de un posible pareja (sabe que nunca he tenido pareja y supone que debo estar desesperado
) para que pique y volver a la asociación. Sé que están perdiendo muchos afiliados y por eso recuren ya a medidas desesperadas para no tener que cerrar el negocio. Con esa ética profesional no me extraña que se les marche la gente.