Tengo la aorta como una soga llena de nudos y me tiran del corazón los que me inducen a este estado. De los ojos me sale vapor a 300º y mi pecho es un ferrari al máximo de potencia.
No le deseo a nadie lo que estoy viviendo, ni a mi enemigo nº 1. La queja potencia mi mal humor, pero soy incapaz de tomar las riendas. No somos dueños de nuestro ser, porque lo estoy comprobando.
Esta tendencia cuando se tiene poca salud al desprecio porque será; me da asco todo.
Solo quiero algo de calma, algo de paz, algo de descanso, un poco de armonía, algo medianamente bueno y que dure un tiempo para sentir que no todo es malo.
¿Qué tengo yo que no soy merecedor de un poco de dicha?, ¿qué me diferencia de los otros?.
Mente que giras sometiendo mi ser al lodo instante a instante, buitre imperial del presente, devoradora de hombres.