Hace un año y medio que dejé las pastillas. Noto mi mente a medias, noto la falta de agilidad a veces y bloqueos de días. Hoy es uno, siento lastre en mi cerebro, no funciona bien, me gustaría escribir algo positivo y alegre, pero como no me veo, no me veo bien del todo; cuento un poco de lo que siento.
Estos días todo es silencio aquí, es como si el tiempo se hubiera parado. Los días se han parado y observo con asombro la ventana, esta lloviendo sobre la misma escena de cada día. Una sonrisa cuando pienso en el amor, en la poesía; pero pocos matices cambian a parte de un par de sonrisas distintas, amor y poesía vistas con optimismo, con esa fe de mejora alumbrándolas parcialmente.
Recuerdo este poema; lo escribí llorando, cansado y muy triste. A pesar del pesado silencio de estos días, del reloj parado, me siento orgulloso y casi contento del cambio en mi.
Justo dejé el foro cuando escribí esto. Hoy todo es diferente, una especie de luz me llama en forma de ilusión. Espero poner un poema o muchos con mi estado real y más alegre, aportaros ánimo y ganas mezcladas con el cariño que os tengo. Ahora recuerdo mirarme ese día en el espejo y llorar al ver que me sentía una basura, del asco que sentí por mi vida en ese momento.
He mirado mi rostro en el espejo;
ya no me recuerdo.
En esta hoja quedarán escritas
otras tres lágrimas;
son mis manos que lloran.
Con estos ojos afilados destrozo letras.
Secuencias impulsivas son mis dedos
matando rimas, sufriendo con verso.
He llorado palabras y ellas conmigo;
son alma de mis lágrimas
y el dolor es mi poema.
Rompo en comas mi pasado
y freno con puntos un futuro.
Espacios llenos de vacíos dejo
para descansar el verso herido.
Este es el reflejo y el espejismo
de mi amor y mi tragedia.
Es la palabra dejada en cada linea
esencia de todo, en mi.
Lágrima a lágrima, letra a letra
busco el principio en cada fin.
He mirado mi rostro en el espejo
y he podido ver mi triste poema.
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