Un, dos, tres, responda otra vez.
No se si es el sueño o simplemente mi cabeza no da para mas.
Esta tarde me ha vuelto a pasar, esta vez con un compañero de clase con el que me crucé hace unas horas y al que no veía en 6 años.
Todo iba bien, como de costumbre aproveché toda la adrenalina del momento para hablar de todo, pero al cabo de apenas un par de minutos de charla quedé en blanco, sin saber que decir, hasta el punto de quedar como desconectado.
Esto me pasa hasta en el chat, debe ser que soy tan interesante como las piedras.
Sayonara, baby.
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