Tengo una pena en mi interior que me sobrepasa. Oigo voces que me dicen que estoy perdida en la oscuridad, perdida en mi soledad que todo se vuelve en mi contra que pago con mi único amigo de la universidad y con mi madre todo los problemas de mi vida. Odio cobrar una estúpida pensión por minusvalía mental. Que las enfermedades mentales estén tan estigmatizadas. Que querer hacer todo lo que quiero hacer no lo haga por temor a que se queden en nada y no sirvan para nada. Otro días sin respuestas sin por qués? Sin el por qué y la respuesta de por qué fui elegida para llevar la carga de una depresión endógena grave con síntomas suicidas y fobia social alta. La carga de tener anorexia nerviosa y de no querer comer nada si se supone que comer es uno de los pocos placeres que tenemos en esta vida tan buena como jodida. Ver como pasa el tiempo y yo no aporto nada a mi vida. Sólo escribo versos para poetas o raperos que algún día los encuentren y los quieran cantar o recitar. Todo lo que hice algún día se ve ahora en forma de fracaso. Nada avanza. El tiempo se alarga para nunca más volver. Estoy vacía en un callejón sin salida yo no quiero ver mi vida de esta manera. Para más gilipollez, de pequeña todo era diferente. ¡Era tan positiva! Todo me iba bien. Y siempre sonreía. Ahora estoy tosca y arisca. Solitaria. No como. No duermo. No disfruto. No lloro por esta vida y lucho por cambiar esta manera por esta pena que me queda fuera. Dejar esta depresión lejos y vivir cerca de tu mirada de mis sueños. Sentirme alegre y VIVA.
Creo que el lunes fue el día en que entendí todo lo que me ocurría y dejé todo esto (lo que escribí arriba) de lado y decidí luchar por mi vida y cambiarla. Intento comer más poco a poco. Salir a la calle por las tardes. Tengo terapia más a menudo en el Hospital de día de Psiquiatría de A Coruña. No me provoco vómitos. Me pesan cada dos días en el mismo hospital. Ahora peso 45 kg. Y me he decidido a ir a ver con mi madre a mi hermano mayor al hospital. Se llama Azrael de la Cruz Pardo (18 de julio 1990) es dos años mayor que yo por tanto tiene 22, y tiene leucemia (cáncer sanguíneo) y según el psiquiatra y la psicoanalista todos mis problemas surgieron por traumas en el cole e instituto y por no afrontar la enfermedad de mi hermano. Ya está bien de taparla y de mentirme diciendo que no tiene nada malo y nunca lo ha tenido. O que está de viaje temporal etc etc. Es engañarse. Tenía que desahogarme perdonad el tocho...