En este país los huevos revueltos son cocina internacional exótica, el
porridge o las gachas no tienen nombre ("avena con leche" o "avena", da igual si cruda o cocida ok), y el aceite de oliva extra virgen está rodeado de un halo de misterio a través del cual pocos se atreven a aventurarse.
Lo que se entiende por "desayuno" es... bueno
(Los más cosmopolitas se atreven a cambiar el mate por café con leche, y como opción más hogareña a las facturas -pero igual de hipercalórica, por supuesto- puede aparecer el pan untado con manteca y dulce de leche, o mermelada
light para los que se sienten transgresores).
Pero yo no señores, yo con mi desayuno americano obtengo proteínas y grasas saludables! Y hasta incorporo fruta! Fruta que, por cierto, sería la única fuente de carbohidratos en el desayuno a no ser por algunas tostadas para acompañar los huevos. Ah, y ojo que "americano" no en el sentido de "jugos" de porquería llenos de azúcar o cereales-garbage (nada personal, Cereales).
Me agarró un poco el frikismo por la
healthy nutrition*, y para colmo se me mezcla con el apasionamiento prepotente argento de "es como yo digo porque sé todo y soy un capo"
. Perdón.
Borré los lacteos y me curé del estreñimiento crónico (además de otras mejorías menos concretas), ya que estamos con el tema. Andá a saber y a alguien le resulta útil. Creo que es la caseína más que la lactosa. Profesionales de la salud te dicen "Síndrome del Intestino Irritable papu, qué va a ser, bajale al estrés y comé ciruelas pasas". Incompetentesss los odio.
Tuve miedo de que fuera el gluten, probé borrarlo durante un lapso y menos mal que aparentemente no porque eso sí que es difícil. Yo amaba el queso, pero se puede ir al carajo si pretende competir con un tránsito intestinal sano e
improved bienestar general.
(*) Nunca me van a ver comiendo
avocado, lo juro. Bicicletas fixie, barbas y cervezas artesanales puede ser, pero palta ya no, es un límite que no voy a cruzar.