Mañana voy a hacer algo que hace mucho tiempo que no hacía. Como no tengo a nadie que me desee suerte, porque entre otras cosas no lo he hablado, me la iba a desear yo mismo. Ahora mientras escribo y me imagino mañana, creo que no tengo de qué tener miedo. Más miedo me da que acabe el día sin hacerlo.
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